Gema Fernández
Pisos vacíos

Del total de 20,82 millones de viviendas que existen actualmente en España, 2,8 millones están vacías. Eso significa que la cifra de pisos desocupados ha crecido un 17% en los últimos diez años, a pesar de los problemas que muchos españoles tienen a la hora de acceder a su primer hogar. ¿Cómo puede darse esta paradoja? Las promotoras siguen produciendo nuevas viviendas a un ritmo que parece que no va a frenarse nunca, a pesar de las previsiones de los principales actores de este mercado.
Y lo cierto es que todo se vende, y al precio que sea, y si es así, aunque a muchos les cueste creerlo, es porque alguien tiene el suficiente dinero como para comprarlo. Lo que ocurre es que las diferencias económicas son muy grandes. Por un lado están los españoles con dinero que buscan refugio para sus inversiones en el ladrillo ante la crisis bursátil que viven los mercados internacionales; y por otro, se encuentra un gran número de ciudadanos que, debido a su escaso poder adquisitivo, no puede pagar los excesivos precios que le piden por comprar un piso.
Se trata de un círculo vicioso. Los promotores suben los precios porque el suelo está caro. Los propietarios de los terrenos quieren sacar partido al boom inmobiliario e inflan los precios. El que quiere cambiar de casa en busca de una más acorde con un estatus social y económico mejor, vende la suya a un alto coste para poder pagar la nueva. Y mientras tanto, los jóvenes, normalmente los más perjudicados en este "mercadeo", siguen en casa de sus padres porque no pueden comprar una propia. Pero, ¿qué más da?, en "casa de papá" el alquiler es baratoUUncluye comida, cama, y, en ocasiones, una paga extra…