el rincón del curioso/Jorge G. Boró
Optimismo oficial

El ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, es optimista y demuestra la confianza oficial sobre el resurgir como el ave fénix de las cenizas de la vivienda de protección pública. Esta confianza que se desprende de los datos que maneja el Ministerio junto al Pacto sobre el Suelo suscrito con una gran parte de las comunidades autónomas es la base de sus buenos presagios sobre una ralentización del precio de la vivienda libre.
Aunque el ministro se cura en salud y advierte que estos cambios no se verán a corto plazo, no vaya a ser que la oposición utilice estas declaraciones de Cascos en la campaña electoral de las próximas elecciones municipales y autonómicas. Una campaña que, oficialmente, dura quince días pero que parece que ya se ha implantado en nuestra vida diaria. Es raro el día en que un candidato no hace una promesa sobre el número de viviendas que piensa poner en marcha o los hospitales que va a construir.
Los promotores inmobiliarios no son tan optimistas sobre este freno a los precios de la vivienda porque creen que los ayuntamientos, principales responsables para ellos de los altos precios del suelo, tardarán en revisar sus planeamientos respecto a la nueva calificación acordada en el Pacto del Suelo. Según Manuel Martí, gerente de la Asociación de Promotores Constructores de España, si los ayuntamientos hubieran adaptado su planificación a las normas de clasificación de suelo propuestas en la Ley del Suelo de 1998, no sería necesaria la modificación que ahora se plantea en el Parlamento.
A pesar de los altos precios de las viviendas, la demanda sigue activa y los pisos se venden. Esperemos que estas subidas no paralicen el mercado y se mantengan los niveles de producción de los últimos años. Por el bien del sector y de la economía española en general.