Gema Fernández
Miedo a las alturas
Como el Ave Fénix, que resurgió de sus cenizas para echar a volar de nuevo, así empieza a desperezarse la ciudad de los rascacielos. Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 dejaron a la población norteamericana con la boca abierta y sin capacidad para reaccionar. El vacío que abrieron las Torres Gemelas de Nueva York tuvo su repercusión en los corazones y mentes de todos los neoyorquinos. Muchos prefirieron sumirse en la desolación porque pensaban que el mundo se acababa, Estados Unidos ya no era esa gran potencia intocable y segura de la que todos los norteamericanos presumían y se sentían orgullosos.
Quizá sea difícil de entender este comportamiento tan "patriotista" desde países como el nuestro, donde este sentimiento no se vive de la misma manera, pero lo cierto es que fue una gran tragedia por la que ahora se quiere pasar factura. George Bush pretende ir a la guerra y pide apoyo a la comunidad internacional. No creo que ésta sea la mejor manera de curar las heridas, porque la venganza nunca ha sido la mejor consejera. Más sano y constructivo parece, sin embargo, empezar por reconstruir la "zona cero" y taponar, de paso, el vacío dejado en los corazones neoyorquinos. Las propuestas para resucitar los terrenos del desaparecido World Trade Center han sido muchas, y llegadas de todos los países del mundo. Finalmente, sólo siete equipos de arquitectos internacionales han sido seleccionados como posibles candidatos para desarrollar el proyecto. La verticalidad es la principal característica de los nuevos diseños, que intentan curar a Nueva York de su miedo a las alturas.
Si (
No(