Gallardón-Giuliani

Rudolph Guliani llegó al punto más alto de su popularidad con motivo del atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nuevas York, ciudad de la que entonces era alcalde. Su valor y su determinación para hacer frente a las consecuencias del atentado dio a los neoyorquinos una sensación de tranquilidad que evitó que los ciudadanos fueran presa del pánico. Antes de ser elegido para la alcaldía, Giuliani se había mostrado como un fiscal duro y sin contemplaciones en el cumplimiento de la ley. Algún multimillonario acusado de comerciar con Irán durante el embargo tuvo que poner pies en polvorosa porque de no abandonar Estados Unidos habría dado con sus huesos en la cárcel.
Esa dureza la puso en práctica durante su mandato como alcalde, combatiendo la delincuencia con la aplicación de su teoría: “tolerancia cero frente a los delincuentes”. Un cáncer de próstata le alejó de la vida política pero, una vez recuperado, ha vuelto con metas más ambiciosas.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, son admiradores de Giuliani. Gallardón es partidario, como lo hizo Giuliani, de que la alcaldía de Madrid tuviera la responsabilidad de coordinar las fuerzas de seguridad del municipio, aunque la dependencia orgánica seguiría siendo del Ministerio del Interior.
Madrid no es Nueva York. Allí hay una tradición de responsabilidad de la alcaldía del orden público. En la ciudad de los rascacielos, la policía actúa con independencia y contundencia. La gente está acostumbrada. En Madrid habría que modificar la legislación, y establecer competencias y funciones de la policía municipal. Los ciudadanos desean que la policía sea cada vez más eficaz para combatir a los delincuentes, y que éstos reciban el castigo judicial adecuado. Por encima de la guerra de cifras entre Gobierno y oposición, la inseguridad continúa siendo uno de los principales problemas de la población.
No sabemos si Gallardón quiere tomar a Giuliani como modelo en otros aspectos de la vida pública. Pero conviene recordar que Giuliani aspira a la presidencia de los Estados Unidos.