El Rey no estuvo en la T4
Hasta escasos días antes del despegue de la T4 los encargados de protocolo de Zarzuela “pululaban” por la nueva terminal del aeropuerto de Barajas organizando al alimón con los responsables de AENA los actos de inauguración. Estaba previsto, pues, que fueran los Reyes los encargados de inaugurar la nueva terminal.
Días antes, sin embargo, del día D (4 de febrero), esos responsables de protocolo desaparecieron para ser reemplazados por funcionarios de Moncloa. El relevo se cubrió con el manto de silencio. Lo cierto es que los Reyes no acudieron a inaugurar la terminal, como en un principio estaba previsto, y fue el presidente del Gobierno el encargado de proclamar el “queda inaugurada esta terminal”.
La ausencia de los Reyes no se debió a problemas de agenda. El jueves anterior, Juan Carlos I estuvo de visita privada en Stuttgart, invitado por la Fundación Internacional de Diálogo Cultural, pero ni el viernes, ni el sábado, ni el domingo tenía actividad oficial alguna. Sin embargo, desde Zarzuela no se ha querido justificar la ausencia de don Juan Carlos y doña Sofía en la solemne inauguración de la nueva terminal.
Ese silencio ha provocado todo tipo de interpretaciones. La más evidente es que el presidente Rodríguez Zapatero quiso acaparar todo el protagonismo en un evento de tanta magnitud. La segunda interpretación se entiende con la vista puesta en el futuro inmediato. El año que viene -2007, año de elecciones municipales y autonómicas, también en Cataluña- está prevista la inauguración de la Terminal Sur de pasajeros del aeropuerto de El Prat: otro proyecto de gran envergadura puesto en marcha durante el último Gobierno de Pujol y encargado a Ricardo Bofill. Y es muy probable que, por imperativo de los socios de Gobierno de Maragall –en concreto, de Carod-Rovira-, el Rey no acuda a esa inauguración. Evitar ese agravio comparativo entre el Gran Barajas y El Prat podría haber sido el argumento de don Juan Carlos para excusar su ausencia en esta inauguración.