Crear y resolver problemas

Por otra parte, el alcalde de Madrid ha pedido perdón a los madrileños por las molestias ocasionadas por las obras de la M-30. Se ha quedado corto en la petición de excusas. Porque debería pedir perdón, no sólo por las molestias en la M-30, sino también en numerosos puntos de la capital, invadidos por obras y zanjas que llevan largos meses volviendo locos a automovilistas y transeúntes.

Nadie discute que las obras de la M-30 eran necesarias, y que su finalización va a suponer una mejora para el tráfico y para la vida ciudadana, ya que al soterrar una parte de la vía va a queda espacio para zonas verdes. Tampoco discutimos la necesidad de las docenas de obras en otros puntos de la capital. Lo que sí es discutible es que todas estas obras se hagan al mismo tiempo, lo que multiplica sus efectos molestos. Se podría haber empezado por las obras más importantes, y más necesarias, y seguir por las menos urgentes. Así, las consecuencias para los madrileños quedarían reducidas a una parte de la capital, y serían por lo tanto más soportables.

Esta decisión de simultaneidad hace pensar que lo que se pretende es que el conjunto de las obras estén finalizadas con antelación a la convocatoria de nuevas elecciones municipales y autonómicas, y hacer de estas obras una baza electoral. Es posible que, si los beneficios son los previstos, los ciudadanos se olviden de las molestias sufridas durante largos meses. Pero mucho nos tememos que tanta amnesia no llegue a los madrileños, porque los inconvenientes de los atascos, de las calles cortadas al tráfico, etc, son difíciles de olvidar.