La Ley de subcontratas
Al día siguiente del gravísimo accidente ocurrido en el tramo de la Autovía del Mediterráneo a su paso por Almuñécar (Granada), donde el desplome de una plataforma de viaducto segó la vida de seis trabajadores.
El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, decidió prorrogar el plazo de presentación de enmiendas a una Proposición de ley Reguladora de la Subcontratación en el Sector de la Construcción, presentada en abril de 2004 por Izquierda Unida, hasta el 15 de noviembre. Fue el aplazamiento número 27 que ha sufrido ya esta malhadada Proposición.
Coincidencia pura y dura, sin duda alguna. Pero el hecho de que una Proposición como ésta esté registrando tantos retrasos da mucho que pensar. Primero, porque la misma propuesta se había presentado en la anterior legislatura, pero el rodillo parlamentario del Partido Popular impidió que fuera tomada en consideración. Los 26 sucesivos aplazamientos han sido instados por el PP y el Partido Socialista, pero también por los catalanistas de Carod-Rovira, y por los convergentes de Artur Mas.
Parece ser que hay aspectos de la Proposición que despiertan polémica, como que en la Proposición se establece un fuerte régimen sancionador con faltas leves, graves y muy graves, acompañadas de sus correspondientes sanciones económicas. Segundo punto, que parece el más polémico: se establece que las contrataciones públicas suelen concederse a una empresa, la cual suele contratar con una segunda empresa y ésta con una tercera, y así sucesivamente. En cada subcontratación se “abaratan costes”' lo que hace que los trabajadores esten en situaciones precarias y en sin la formación cualificada apropiada, y esto fomenta los accidentes (no es que éste haya sido el caso de Almuñécar. Eso lo dictaminará el juez).
El Proyecto establece límites a las subcontrataciones, lo cual no es del agrado, como es evidente, de determinados sectores. Así están las cosas.