Caprichos de famosos

Actores como Johnny Deep, Marlon Brando, Mel Gibson, Brooke Shields, Tony Curtis, Nicolas Cage o Leonardo DiCaprio, y multimillonarios como Donald Trump han sucumbido al exótico capricho de tener un pedazo de tierra propio en el que alejarse del mundanal ruido.

Atrás han quedado los macrocomplejos residenciales con parque de atracciones incluido, como el conocido Neverland del cantante ‘desteñido’ Michael Jackson, o las fortalezas palaciegas de la familia Beckham… Ahora se llevan los paraísos perdidos en medio del mar.

Como si de piratas en busca de refugio para sus tesoros se tratara, los ‘famosísimos’ no saben qué hacer con tanto dinero y se rinden ante excentricidades como ésta. Y es que el sueño de convertirse en ‘bucanero’ puede hacerse realidad por un mínimo de 20.000 euros, una ridiculez para las cifras astronómicas que ganan estas ‘estrellas’. Internet es el lugar más indicado para encontrar ‘chollos’ en esta línea. En la Red todo se compra y se vende, hasta planetas enteros, y sin colonizar.

El fallecido Marlon Brando fue pionero en estas lides. Compró en 1966 la isla tahitiana de Tetiaroa. El negocio hubiese sido ‘redondo’, ya que sólo pagó por ella 21.000 euros, pero, treinta años después, tuvo que deshacerse de su edén para pagar la libertad de su hijo, acusado de homicidio. Invertir en exotismos tampoco le ha resultado rentable a Mel Gibson. El actor se encuentra involucrado en una batalla legal por la propiedad de la isla Mago, en el Pacífico Sur, que se disputa con una tribu de las islas Fiyi.

Caro también le ha resultado el capricho a Leonardo Di Caprio, el último en unirse a esta ‘selecta’ lista de propietarios. Dicen que ha comprado un islote de 42 hectáreas frente a la caribeña costa de Belice por 1,45 millones de euros, pero espera amortizar la inversión construyendo un hotel que funcionará con energías renovables. Al menos, velará por el medio ambiente…