Veinte años del Imade

Su último objetivo es promover el desarrollo económico integral de la región, mediante la creación de empresas y la generación de riqueza. A través de sus participadas, Avalmadrid, ITV, Mercado Puerta de Toledo, Capital Riesgo Madrid, Consorcio Turístico de Madrid, Centro de Transportes de Coslada y PromoMadrid, ayuda a los empresarios desde los primeros pasos para la constitución de una empresa; con la ventanilla única; a la búsqueda de fuentes de financiación, que son fundamentales en el caso de las pequeñas y medianas empresas; pasando por planes de consolidación y competitividad de las pymes, de innovación empresarial, de localización de áreas industriales, y un largo etcétera.

La actuación de la Administración no puede desligarse de la de las empresas, si se quiere que en nuestra Comunidad haya un crecimiento constante y sostenido. El Gobierno regional lo ha entendido así, y esa identidad de propósitos entre gobierno y empresarios ha sido un factor de gran importancia en el crecimiento de la Comunidad madrileña, que ha permitido situarla a la cabeza de las regiones más avanzadas de nuestro país, y una de las primeras de Europa.

Esto no quiere decir que la actuación del Imade haya sido perfecta. El Mercado Puerta de Toledo, por ejemplo, es una espina clavada, porque no ha respondido a las expectativas que marcaron su puesta en marcha. En ayudas a las empresas, especialmente en la puesta al día de sus estructuras productivas, todavía queda mucho camino por recorrer, y hay que optimizar gestiones y resultados. Pero el balance de estos veinte años puede calificarse de satisfactorio. La renovación y mejora del tejido empresarial madrileño es algo que debe preocupar no sólo a las autoridades regionales y a los propios empresarios, sino a la sociedad en su conjunto. Porque de ella depende, en buena parte, el progreso económico y social de nuestra Comunidad.