Un alto en el camino

De esto no hace cuatrocientos años, ya nos gustaría, pero sí casi una década. La única celebración que podemos, siendo muy, muy ambiciosos, compartir con El Quijote es que éste es nuestro número cuatrocientos (nada que ver con los millones de libros vendidos de la magistral obra de Cervantes).

Muchos son los cambios que desde entonces hemos experimentado. El primero, es que decidimos salir cada semana, convirtiéndonos en el único semanal profesional del sector. Hace tres años abandonamos el bucólico paisaje del parque del Oeste, mudándolo por una de las ‘joyas’ madrileñas más visitadas por los turistas, la plaza de España. No quiero hablar de la cantidad de personas que han pasado por la redacción de este periódico, todas han dejado un poco de ellas entre las líneas de nuestro archivos…
La cabecera y el formato son dos de los cambios más significativos y visibles. Aunque muchos siguen hablando de nosotros como Diario del Negocio Inmobiliario, hace tiempo que acortamos el nombre y nos quedamos como Negocio Inmobiliario. Nuestra cabecera es mucho más moderna y nuestra principal seña de identidad, la ‘casita’, ya no es verde, sino azul. El color también ha entrado en todas nuestras páginas, que, además, redujeron su tamaño el año pasado para adaptarse a los nuevos tiempos.

En 2006 celebraremos nuestro décimo aniversario. Entonces sí que habrá tiempo para el alboroto y la alegría, pero este pequeño paréntesis era obligado para reflexionar sobre toda una trayectoria que nos ha servido para madurar y mejorar. Sabemos que aún queda mucho por hacer, pero necesitamos de vosotros, los lectores, para seguir en pie y mejorando. Por eso, gracias.