China ahorrará el 65% de la energía en los edificios
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Los edificios son uno de los elementos de uso de nuestra vida cotidiana que más energía consumen. Por ello, el Gobierno chino ha decidido impulsar los eco-edificios, es decir, inmuebles que consigan ahorrar un 65% de la energía consumida en todo el país en 2020. Para ello, y aprovechando la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, China lanzará campañas de concienciación social y promulgará normativas que obliguen a realizar unas construcciones más ecológicas.
Además, Pekín va a acoger a lo largo de marzo la Conferencia Internacional sobre Edificios Inteligentes y Eco-Edificios en la que se espera que participen 2.000 expertos de todo el mundo.
Las cifras en cuanto a la edificación en el país asiático hablan por si solas. El consumo de energías por unidad en las construcciones es dos y hasta tres veces superior al de los países desarrollados. En los procesos de construcción chinos se gastan 80 kilos de cemento más por metro cúbico de mezcla que en otros países y en los lavabos se consume un 30% más de agua. En la actualidad, China construye cada año unos 2.000 millones de metros cuadrados de nuevas edificaciones en ciudades y poblados, y cuenta con unos 40.000 millones de metros cuadrados de construcciones existentes. Sin embargo, hasta 2002, los edificios con eficiencia energética existentes en aquel país no superaban los 320 millones de metros cuadrados, es decir, menos de un 1% del total construido.
La idea del Gobierno chino es crear un parque de viviendas “saludables y confortables” que gasten menos energía al ser construidas, usadas y demolidas. Por ello, no sólo se centrarán en mejorar los materiales de construcción utilizando aquellos que causen un menor impacto ambiental, sino también se promoverá un menor uso del carbón en las casas, una materia prima que supone la principal fuente de energía y calefacción del país. “Si China no promueve estas medidas, en el año 2020 el país consumirá el equivalente a 1.100 millones de toneladas de carbón, tres veces más que en la actualidad”, ha advertido Qiu Baoxing, viceministro de Construcción chino. Así, desde las administraciones se promoverá el uso de energías renovables todavía minoritarias en el país, como la solar, la eólica o la geotérmica.
Para ello, se aplicará un diseño científico a los edificios, aplicando altas tecnologías, como la ventilación integral, el aprovechamiento de la luz natural, la creación de estructuras cerradas de bajo consumo energético y el reciclaje del residuo de agua. Para construir edificios que puedan ahorrar el 65% de la energía, el costo de construcción se incrementará entre el 5% y el 7% en relación a las construcciones corrientes, aunque se estima que la inversión puede recuperarse en un periodo de entre cinco y ocho años de uso.
Además, desde la administración se quiere luchar contra el uso de materiales lujosos en la construcción, puesto que afirman que su producción supone un gran gasto de energía; así como contra la construcción estandarizada de viviendas, ya que ha convertido las ciudades chinas en centros urbanos clónicos.
El país también quiere aprovechar los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 para mostrar su cara más ecológica al mundo, por lo que ya se están aplicando las técnicas de construcción ecológica en las instalaciones deportivas donde se celebrarán las pruebas olímpicas.
“La nueva política de construcción es vital para lograr el desarrollo sostenible, dado que el ser humano utiliza el 50% de las materias primas para construir edificios y el proceso genera el 40% de los desechos mundiales”, ha afirmado Qiu Baoxing.