El búho/ Lope de Aguirre
Tindaya, en manos de los Ortiz

El Gobierno canario ha dejado en manos del padre de la Princesa de Asturias, Jesús Ortiz, la imagen y la comunicación del denominado Proyecto Tindaya, la obra magna del escultor vasco Eduardo Chillida, que se planea llevar a cabo en la montaña majorera para atraer más turismo. Sin embargo, el proyecto no ha estado, ni está exento de polémica.
Fue hace varios años cuando Chillida, que soñaba con la idea de crear una gran obra que significase la culminación de su trayectoria artística, planteó el vaciado de esta montaña ubicada en Fuerteventura creando un hueco de forma cúbica con unos 50 metros de lado. El espacio resultante sería plenamente accesible para las personas, jugaría con la luz y las formas y, según lo concibió el autor, sería algo así como un monumento a la tolerancia. “Allí todos vamos a ser iguales, ricos, poderosos y mendigos. Por un lado se verá el mar, por el otro la luna y por el otro el sol”, decía Chillida.
El Gobierno canario aceptó el reto en 1997, apadrinando un proyecto que supondría un coste cercano a los 50 millones de euros. Pero pronto llegaron voces en contra. Las primeras partieron de los ecologistas, que lo consideraron una “aberración” por lo que supondría para el entorno y el ecosistema de la zona elegida.
Según Ortiz, que trabaja para la empresa capitaneada por Lalo Azcona, las reticencias que en estos momentos existen contra el proyecto se superarán “en el momento en que se conozca a fondo lo que se va a hacer”, para lo que han preparado una web donde se mostrará “absolutamente todo”.
El proyecto se encuentra ahora mismo en su segunda fase, que permitirá determinar si se puede horadar la montaña para crear el gran espacio interior que ideó el escultor vasco. Una obra que, ante la imposibilidad de realizarse en su momento, hizo caer a Chillida en una gran depresión que le llevó a contraer la enfermedad que le llevó a la tumba, según afirmó su viuda, Pilar Belzunce, semanas después de su fallecimiento.