El rincón del curioso/Jorge G. Boró
La ministra y los promotores públicos
Buenos tiene la ministra de Vivienda a los promotores públicos. En la misma semana, la pasada, recibieron dos desprecios por parte de María Antonia Trujillo que han prometido no olvidar. El martes 25 de enero habían sido convocados en la sede del Ministerio para recibir información sobre la política de vivienda y las acciones previstas, pero la ministra no se presentó, ni siquiera justificó su ausencia, y al final fueron recibidos por un colaborador que se limitó a entregarles un documento para que lo estudiaran.
La indignación fue grande, porque los representantes de la Asociación Española de Promotores Públicos de Vivienda y Suelo (AVS) se tuvieron que desplazar al Ministerio, la mayoría desde fuera de Madrid, para recibir únicamente un papel que bien podía haber sido enviado por mensajero. Y el enfado es general en una asociación en la que están representadas todas las fuerzas políticas, pues representa a empresas y organismos municipales y autonómicos, que son los que de verdad tienen las competencias en materia de suelo y vivienda.
El segundo agravio se produjo un día después, con ocasión de unas jornadas celebradas en Murcia y en las que participaban los miembros de la AVS, que contaban, en principio, con la participación de la ministra, pero que finalmente no tuvieron ninguna representación ministerial. La ministra no consideró interesante el encuentro y mandó a un representante ministerial, no incluido entre sus más directos colaboradores, que al final se quedó atrapado por la ola de frío que vivió España la semana pasada. Un frío que llenó también a los promotores públicos de vivienda al enterarse del nuevo rechazo de Trujillo, pero que se tornó en calor de indignación.
Lo mejor que puede hacer María Antonia Trujillo es tender un puente a los promotores públicos si luego les quiere pedir que participen en el desarrollo y aplicación de sus planes y políticas de vivienda.
Si (
No(