La titular de Vivienda, María Antonia Trujillo, ha asegurado que “de no ser por una vecina, hubiera muerto este verano”, como consecuencia de un proceso alérgico, cuyas causas aún desconoce, por lo que próximamente se someterá a unas pruebas para averiguar a qué se debió y evitar que pueda volver a ocurrirle algo parecido.
Así lo asegura la ministra en una entrevista publicada hace unos días por el diario extremeño “Hoy”, en la que explica por qué se llamó a un helicóptero del 112 para atenderla el pasado 6 de agosto, cuando se encontraba en la localidad de Peraleda del Zaucejo, en Badajoz, con motivo de su nombramiento como “Hija Predilecta” de la que es su localidad natal.
Trujillo explica que sufrió una alergia y que hizo “lo que haría cualquier ciudadano”, acudir al médico del centro de salud de su pueblo y después llamar al 112, que fue quien decidió enviar un helicóptero para ir a recogerla.
“Mientras llegaba el aparato -continúa la ministra en la entrevista-, una vecina buscó a alguien en el pueblo que tuviera un Urbasón en casa y una señora que lo tenía me lo inyectó”.
“Gracias a eso puedo decir que estoy viva, de lo contrario, hubiera muerto en mi pueblo”, afirma sin dudarlo Trujillo, que asegura que “no me picó ni un bicho ni nada” y que “no se sabe lo que pasó”, aunque sí que “uno se sitúa entre la vida y la muerte en un momento”. Y es que ésta no es la primera vez que la titular de la cartera de Vivienda se enfrenta a una situación de peligro similar. “Ya tuve un proceso alérgico por un contraste yodado para una prueba de riñón y me pude quedar en una camilla”, comenta en la entrevista de este diario local.
La mala suerte parece perseguir a esta cabeza visible del equipo de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que desde que se hizo cargo de este departamento de nueva creación ha estado en boca de todos como posible candidata para una posible “expulsión” del Gabinete a comienzos del próximo año.
