Pasaba por allí/Olga Heras
La venganza de Gallardón

Quienes se solidarizan, fuera y dentro del PP, con los avatares y sinsabores que Alberto Ruiz-Gallardón ha sufrido en las últimas semanas mantienen contra viento y marea que el alcalde capitalino, tal y como el mismo se encargó de especificar (“vencido sí, derrotado no”), no está dispuesto a hacer mutis por el foro para dejar vía libre a los planes de Esperanza Aguirre y, aunque comedido en sus manifestaciones públicas, espera el momento idóneo para plantar batalla.
El regidor madrileño, más activo que nunca en la política interna de su partido (su presencia en los maitines de los lunes es una buena plataforma para ello), piensa seguir jugando en la primera división del PP (pese al castigo que infringido por el comité regional a la candidatura de Cobo), haciendo valer su indiscutible tirón electoral frente al rechazo que suscita en buena parte de la cúpula de su formación.
La venganza de Gallardón, lejos de servirse en plato frío (máxima que siempre aconsejó el otrora todopoderoso Alfonso Guerra), ha comenzado a materializarse en toda suerte de escenografías, incluida la del Masters Series de Madrid, donde el dirigente popular se apuntó un tanto colocándose a la diestra de un Mariano Rajoy obligado, según parece, a aplacar los berrinches del alcalde madrileño, aunque con ello suscite la manifiesta contrariedad de Aguirre. Situada dos palcos más abajo que el presidente del PP, Aguirre no logró poner buena cara al supuesto desaire, iniciado horas antes en una comida del líder del PP con Gallardón y su núcleo más próximo, entre ellos, el vicealcalde de la capital, Manuel Cobo.
El pasado viernes llovió sobre mojado en los desencuentros de Gallardón y Aguirre. Si el duelo en la cancha de Agassi-Safin se le atragantó a la presidenta autonómica, horas antes ésta había tenido que encajar otro de los desplantes que comienzan a ser habituales del alcalde de Madrid. Tanto el regidor como su equipo de gobierno decidieron obviar la inauguración de la Federación Madrileña de Municipios, logrando así una doble carambola: dejar plantados a la presidenta autonómica y al presidente de la FMM, Luis Partida, éste último con magníficas relaciones, al menos hasta ahora, con Gallardón y su equipo.
Discreto y cauto en sus manifestaciones, Partida evitó pronunciarse en la crisis del PP madrileño sobre el enfrentamiento Aguirre-Cobo (aunque alabó la “honradez” de este último al retirar su candidatura), silencio que parece ser la razón del “castigo” del alcalde de Madrid.
Desaires aparte, Aguirre sigue deshojando la margarita del equipo que la acompañará en la dirección del partido, en el que la secretaría general continúa siendo el oscuro objeto de deseo de todas las “familias” del PP de la región. Filtraciones interesadas se producen en todas direcciones, la que se refiere a las preferencias de Angel Acebes señala a José María Michavila como posible sustituto de Romero de Tejada, mientras que la de los ratistas continúa apostando por Juan José Güemes, actual consejero de Empleo y Mujer en el Gobierno autonómico.
De momento, no hay nada definido por parte de la candidata a presidenta del PP madrileño, aunque en la cuota territorial se da como un valor seguro al regidor de Alcalá, Bartolomé González, mientras que en el Sur parece que Aguirre apostará por el presidente de los populares de Getafe, José Luis Moreno, como uno de los secretarios ejecutivos de municipios en detrimento del alcalde de Móstoles, Esteban Parro.