No se puede elevar la velocidad de servicio a 300 km/h
Fomento desvela nuevos problemas del AVE a Lleida en una auditoría
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h

Un avance de la auditoría de Fomento sobre el AVE a Lleida señala la persistencia de problemas como la inestabilidad del firme de la vía, el frenado y aire acondicionado en los Talgo y la plena operatividad de sistema de señalización. Se reconocen avances en las soluciones, pero sin que se pueda elevar la velocidad de servicio a 300 km/h.
Renfe, el GIF y las empresas suministradoras de los equipos de infraestructura y del material rodante avanzan en la solución de los serios problemas que han impedido durante los dos últimos años el normal funcionamiento de la línea de alta velocidad entre Madrid y Lleida. A pesar de estos avances, a día de hoy aún no se dan las condiciones mínimas óptimas para poder elevar la velocidad del servicio de los actuales 200 kilómetros por hora, hasta los 300 kilómetros por hora que en esta fase se han marcado como objetivo.
Este podría ser el resumen de las conclusiones del primer avance de la auditoría técnica que ha encargado Fomento sobre la línea AVE entre Madrid y Lleida.
Los principales problemas analizados en el marco de este estudio, según explican fuentes de Fomento, son de tres tipos. Primero, la implantación del sistema de señalización y seguridad ERTMS; segundo, el comportamiento del firme de la vía (con levantamiento del balasto) a altas velocidades y, por último, los desajustes en el frenado y en el aire acondicionado de los trenes AVE suministrados por Talgo y Bombardier.
La visión que ofrecen las empresas que han suministrado los sistemas y equipos que la auditoría mantiene bajo vigilancia es diferente, y siempre mucho más optimista que la que expresa Fomento.
La opinión generalizada de las compañías es que la línea y sus equipos están listos para dar el salto a los estándares de servicio que imponen registros de velocidad de 300 kilómetros a la hora.
Los datos que la auditoria refleja en este primer avance, sin embargo, muestran que los problemas persisten, a pesar de los intensas iniciativas que todas las partes realizan para resolverlos.
Sobre la situación de la implantación del nivel 1 del sistema de señalización y seguridad ERTMS, Fomento señala que a finales de agosto el suministrador CSE Transport, entregó el dossier de seguridad del sistema, que ahora debe ser ratificado por el GIF y que es el último paso para su puesta en marcha. Las fuentes citadas afirmaron que se tiene que verificar el correcto funcionamiento y compatibilidad de los equipos de señalización embarcados a bordo de los trenes con las balizas que se sitúan a lo largo de la vía.
El problema que más preocupa a Fomento es el de la inestabilidad del firme de la vía que se produce por el levantamiento del balasto (las piedras que mantienen la alineación y la firmeza de los carriles) cuando los trenes circulan a más de 310 kilómetros por hora.
Fuentes del ministerio aseguraron que, si no dan resultado las reformas de distinto tipo que se están probando para evitar este efecto que desestabiliza la vía, podría llegar a plantearse una drástica intervención de reforma del balasto de toda la línea.
La tercera de las líneas que se aborda en el avance de la auditoría se refiere a las pruebas que realiza para su homologación el tren de alta velocidad suministrado por las compañías Talgo y Bombardier. En el sistema de frenado del tren se vigilan las pruebas de tracción freno eléctrico y freno reostático y arranque en condiciones degradadas. Además el sistema de aire acondicionado ha tenido que ser cambiado en distintos trenes.