Relajarse en la oficina

Estas técnicas comenzaron a aplicarse en Japón, donde los empleados pasan más tiempo en la oficina que en casa (todos hemos oído hablar de las ‘huelgas a la japonesa’). En el país asiático, las compañías cuentan con salas de relax y esparcimiento para los trabajadores, además de ambientes gastronómicos (la comida también se realiza en la oficina), e incluso algunas han empezado a reservar una sala, equipada con cafetera y frigorífico, donde se colocan una especie de ‘puching-balls’ con las rostros de los jefes para que los empleados se ‘despachen’ a gusto después de una bronca. Sin relajación no existe la concentración, y se produce menos…
En Estados Unidos, las grandes compañías cuentan también con gimnasios propios, piscinas, e incluso sauna, todo pensando en el ‘bienestar del empleado’ y, por supuesto, en que éste pase el mayor tiempo en la oficina, así producirá más. Por lo tanto, cuanto más cerca tenga todo lo que necesita, mejor.

Las grandes empresas españolas, como el Santander Central Hispano o Telefónica, han aprendido de sus ‘colegas’ de más allá de las fronteras nacionales y en sus nuevas ‘ciudades’ empresariales, no falta de nada. Así, cuentan con guardería (si el niño está cerca de los padres, a un precio ‘especial’ y bien cuidado, no habrá problema para que sus progenitores alarguen sus horarios laborales, si es menester), restaurantes (variedad gastronómica a la hora de comer), tiendas (por si sobra el tiempo para comprarse algún ‘trapito’ o se hace tarde para hacer la cena), e incluso autobuses propios dentro del complejo.

Ojalá todos pudiésemos relajarnos en el trabajo. Que cada uno tome nota de las iniciativas que mejor le parezcan y compruebe el resultado. Quizás en unos años todos produzcamos el doble…