Escaso interés

En cuanto a los resultados, se ha acortado considerablemente la diferencia entre PSOE y PP, en relación con las pasadas elecciones generales. En esta ocasión, la diferencia se ha reducido a dos escaños, que puede quedar en uno si el PP obtiene el escaño número 24 tras el escrutinio del voto emigrante, lo que haría reducir uno de los tres escaños conseguidos por la coalición nacionalista Galeusca.

Si analizamos los resultados en Madrid, podremos comprobar que se mantiene la supremacía del PP sobre el PSOE, escasa si nos referimos a la Comunidad, y más amplia en la capital. La mayoría necesaria para ocupar el Gobierno regional sigue estando en el filo de la navaja, como lo demostraron las pasadas elecciones autonómicas. La proyección de las elecciones europeas mantendría esa escasa diferencia, mientras la capital parece seguir contando con una holgada mayoría popular.

Tras los resultados vienen las valoraciones. Cara a la galería, casi todos se sienten satisfechos, y buscan un resquicio para encontrar los aspectos positivos. Pueden hacerlo populares y socialistas, pero no IU, que va de fracaso en fracaso, y trata de buscar en reflexiones lo que debería encontrar en dimisiones. Pero ese es su problema. El de los dos grandes partidos estriba en convencer a ese porcentaje de indecisos que en cada convocatoria electoral puede inclinar la balanza hacia uno u otro lado. En el caso de Madrid, el Gobierno de Aguirre se enfrenta a un continuo examen de eficacia en la gestión. La política de obras suele ser un gancho electoral. Por eso el Gobierno regional se esfuerza en ampliar los kilómetros de Metro, y el municipal en una reforma de la M-30 muy contestada, pero que puede acabar siendo rentable.