pasaba por allí/Olga Heras
Robles: problemas locales

Manuel Robles tomó oficialmente las riendas del Ayuntamiento de Fuenlabrada hace nueve meses. Desde entonces ha intentado políticamente ganar espacio y proyección en su partido, el PSOE, y poner freno a una escalada de desencuentros con el Partido Popular que terminó en los tribunales.
En el ámbito de la gestión municipal, el regidor fuenlabreño ha establecido como prioridades la construcción, a lo largo de la presente legislatura, de 5.263 viviendas de protección oficial y potenciar en el municipio una industria competitiva y generadora de empleo. Unos planteamientos no exentos de polémica, que en el caso del desarrollo urbanístico de la localidad se ha traducido en el “levantamiento” de los vecinos del barrio de La Estación.
La construcción de un bloque de siete alturas (el Consistorio estaría dispuesto ahora a bajar la edificabilidad) en las inmediaciones de unas viviendas integradas en el casco viejo del municipio, se ha convertido en uno de los principales problemas de Manuel Robles dentro de su “territorio”, pues ha motivado la condena explícita de los vecinos de este barrio, que acusan al alcalde de dejarles aislados.
“En ningún caso vamos a aceptar la propuesta del Ayuntamiento, queremos que esta zona, que cuenta con unas inmejorables comunicaciones, sea destinada a un parque, una dotación cultural y un aparcamiento, dadas las necesidades reales que tiene el barrio”, asegura el representante vecinal Lorenzo Tejas.
Fuera de las fronteras de esta localidad, y a tenor de la política industrial que intenta favorecer el Ayuntamiento, el regidor ha mantenido en las últimas semanas un duro enfrentamiento con Ruiz-Gallardón por el uso que del polígono Cobo Calleja se pretende impulsar desde el Consistorio capitalino.
La controvertida zona industrial, una de las más antiguas de Madrid, ha sido propuesta por el concejal de Economía de la Casa de la Villa, Miguel Angel Villanueva, para que los mayoristas de Lavapies provean a sus clientes. El Consistorio madrileño intenta acabar así con los atascos que genera la carga y descarga en este populoso barrio, casi todos ellos en establecimientos de ciudadanos chinos que tienen en este polígono sus almacenes.
Precisamente estos almacenes de “todo a 100” mantienen una dura polémica con el Consistorio fuenlabreño, que pretende frenar su crecimiento en la zona, aduciendo que muchos de estos centros se dedican a la venta a los particulares y no al almacenaje de productos.
El Cobo Calleja acoge en estos momentos más de un centenar de naves destinadas a este tipo de comercio, alrededor del cual se concentran unas quinientas familias. La nueva ordenanza dictada por el Ayuntamiento, a la que han presentado alegaciones este colectivo de ciudadanos chinos, intenta limitar la proliferación de este tipo de locales, para lo cual ha establecido que la distancia mínima entre uno y otro sea de 500 metros, limitando, además, que sólo un 20% de ellos se dedicarán a la venta al por mayor. Los comerciantes chinos se han unido en una asociación para luchar contra las ordenanzas de Robles, y han contratado al prestigioso bufete de Cremades & Calvo Sotelo, que ya ha advertido que, de no llegarse a un acuerdo que respete los derechos de los comerciantes chinos, podrían llevar al Ayuntamiento a los tribunales.
Pero el mano a mano con el Ayuntamiento de Madrid no es el único frente que Manuel Robles tiene abierto, ya que el regidor (al igual que llevan a cabo otros consistorios) ha decidido reclamar a Telefónica, si es preciso por vía judicial, la tasa que adeuda por la ocupación de suelo y subsuelo en la vía pública. El Ayuntamiento ha puesto en marcha las correspondientes acciones, a través del gabinete jurídico de la Carlos III, para solicitar a la compañía el pago que corresponde por los ingresos de telefonía móvil. Si su solicitud resulta infructuosa, el Consistorio no descarta acudir a los tribunales
El hospital de Fuenlabrada es otra de las “piedras” en las que ha tropezado Manuel Robles. Primero fueron los retrasos que, ajuicio del alcalde, sufría la construcción del hospital. Luego fue el debate sobre el modelo de gestión: pública o mediante algún sistema de fundación gestora.
El anterior consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, nombró gerente a Concha Vera, ex titular del mismo cargo en los hospitales de Getafe y del Primero de Octubre, cuya gestión había desencadenado fuertes polémicas con los sindicatos. Y ahora, una vez puesto en marcha poco a poco el hospital, se cae el techo de una de las salas, y la maternidad ha sufrido un nuevo retraso en su puesta en funcionamiento al cien por cien, debido a la falta de matronas.