El PSOE compartira la responsabilidad con las autonomías en infraestructuras

El programa electoral del Partido Socialista basa sus propuestas para el desarrollo del transporte en España en tres ideas principales. La primera, realizar una 'política integral' que permita una 'crecimiento sostenible del sistema'.

La segunda, dar prioridad a la 'integración del territorio' construyendo infraestructuras 'en malla' y mejorando las comunicaciones con Portugal y con el norte de África.

En tercer lugar y para conseguir los objetivos anteriores, el Partido Socialista plantea alcanzar acuerdos en materia de comunicaciones y transportes con los gobierno autonómicos con el fin de realizar una gestión conjunta de aquellas obras y sistemas que afectan a cada uno de los territorios del Estado.

El nuevo ejecutivo tendrá que hacerse cargo de la solución de los importantes problemas que arrastran las diferentes líneas de alta velocidad en construcción, Madrid-Barcelona, Córdoba-Málaga, La Sagra-Toledo y Madrid-Valladolid. Los retrasos en la entrega de los trenes y la puesta a punto de la señalización no son los principales asuntos enquistados.

En el sector marítimo, el programa del PSOE vuelca toda su atención en los temas de seguridad. Sus propuestas y argumentos están fuertemente marcados por la tragedia ecológica del petrolero Prestige en Galicia.

En el campo ferroviario, el principal reto del nuevo Gobierno será la puesta en marcha de la liberalización ferroviaria, aprobada por el PP hace unos meses y que debe entrar en vigor el próximo 18 de mayo. Dada la complejidad del proceso, el ejecutivo de Zapatero podría optar por aplazar la efectiva separación de la explotación y la gestión de la infraestructura. En materia de puertos, el PSOE es contrario a la legislación aprobada recientemente por el PP.