Nino Olmeda
100 días de gobierno y mucho madrileñismo
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ya lleva 100 días en el cargo, y el balance que hace de este periodo es excelente. No sólo ha conseguido reunir en su Consejo de Gobierno a la flor y nata de la intelectualidad y de la gestión pública, al mejor equipo de todos los habidos y por haber en todas las comunidades autónomas en los últimos 25 años, eso dijo la mandataria, sino que se ha cumplido una parte importante del programa electoral de la formación de la derecha española, como expuso el diputado popular Antonio Beteta, que aprovecha cualquier oportunidad para secundar las consignas electorales diseñadas por el tandem Aznar-Rajoy y darle caña a Simancas, Peces Barba, Carod Rovira y a todo el que huela a algo que no sea de su agrado político.
En estos 100 días, el Gobierno ‘maravilloso’, compuesto de hombres y mujeres ‘maravillosas’, ha tomado 141 medidas que aparecen en un documento preparado por la Dirección General de Medios de la Comunidad de Madrid, pero que apenas se sienten, critica la oposición. El portavoz de IU, Fausto Fernández, dijo en tono sarcástico que el balance de lo hecho en estos más de tres meses por el Ejecutivo autonómico lo resumen los dos ceros del 100, es decir, nada de nada. El socialista Simancas puso a la presidenta una nota baja, la declaró ‘no apta’. El Grupo Socialista describe en un buen elaborado texto que Aguirre ha practicado un “continuismo corregido”, ha reforzado el “perfil conservador” del Gobierno, ha carecido de iniciativas políticas y ha expresado, en estos 100 primeros días, una “nula voluntad” de impulsar medidas de regeneración democrática.
Aguirre, en una muy concurrida rueda de prensa, reconoció algunos errores, pero no los enumeró, entre ellos las Bescam. Explicó con palabras forzadas que estas siglas han pasado a mejor vida y que les perdió el nominalismo, quedando en un segundo lugar el incremento del número de agentes en más de 5.500 para combatir la visible inseguridad ciudadana.
Dando la sensación de que el balance de los 100 primeros días del Gobierno de Aguirre era poco más que un acto institucional, la propia presidenta hizo gala de un madrileñismo desconocido hasta la fecha para desviar la atención. Y soltó eso de que su promesa de fijar en 30 días el máximo tiempo de espera para las intervenciones quirúrgicas en la Comunidad de Madrid sólo afecta a los que viven en el foro y en sus pueblos.
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