Nino Olmeda
IU se queda sola y se va a la zarzuela

La soledad de IU en la Asamblea se palpa día a día. Todo por la dichosa campaña electoral, donde sus socios naturales, los socialistas, tratan, con sus declaraciones y actitudes públicas, aparecer lo más lejos posible de estos ‘comunistas pancarteros’, tratando de imitar sin querer, o queriendo, pero sin que se note, al Aznar más lamentable de estos últimos años, el gran descalificador de los pacifistas en los tiempos de los inicios de la guerra de Irak.
Este tipo de comentarios se escuchan con facilidad en la cafetería de la Cámara regional y sus autores son, evidentemente, parlamentarios de la coalición y algún que otro socialista poco entusiasmado con el ritmo de las cosas y con los nuevos discursos que salen del equipo del secretario general del PSOE, Rodríguez Zapatero, que en el acto celebrado en Alcorcón hace una semana contó con pocos asistentes de la Ejecutiva de la FSM.
La soledad de la coalición se notó durante los incidentes que se produjeron en la Asamblea de Madrid durante el último pleno y que motivaron que la presidenta del Legislativo, Concepción Dancausa, suspendiese durante cinco minutos la actividad. Los trabajadores de Talgo, que se habían enterado esa misma mañana de que la Administración del PP había dado el visto bueno al expediente de regulación de empleo presentado por la empresa que les deja en la calle y sin sueldo, habían sido invitados al pleno por el PSOE e IU.
Socialistas y miembros de la coalición se pasearon con la treintena de recién expulsados de su puesto de trabajo y lucían sus pegatinas de protesta por los pasillos de la Cámara antes de iniciarse la sesión. Empezado el pleno, y después de que el portavoz socialista, Rafael Simancas, y el mismo Fausto Fernández aludieran en sus preguntas a Aguirre sobre la M-30 y la siniestralidad a la justa causa de los trabajadores de Talgo, éstos, sentados en la zona de invitados, empezaron a protestar y gritar contra los responsables de su situación: Aguirre y el consejero del ramo, Juan José Güemes. Dancausa suspendió momentáneamente el pleno y los trabajadores mantuvieron en los pasillos su actitud. Allí, los únicos que siguieron a su lado, los diputados de IU. Los socialistas habían regresado al pleno.
A la coalición no le queda más remedio que aprovechar la visita de los miembros de la Mesa de la Asamblea al Palacio de la Zarzuela para susurrarle al monarca sus quejas y contarle que el PSOE no les habla, no les cita, no les hace ni caso. Veremos si el 15 de marzo ambos piensan los mismo sobre el otro.