La toma de beneficios impide la subida

Tras ese ascenso, los inversores han preferido guardar la ropa los últimos siete días, y han optado por lo más prudente, y seguramente acertado que podían hacer, recoger beneficios a la espera de alguna oportunidad de compra.

Con este planteamiento, y a pesar de que tanto los resultados empresariales, como los índices norteamericanos invitaban al optimismo, los índices no han podido aguantar la presión del papel y han terminado cediendo posiciones de manera suave, pero generalizada.

El Eurostoxx-50 finalizó la semana (del 19 al 26 de enero) situado en los 2.874,49 puntos, los que significa ceder un ligero 0,19% con respecto al cierre de la semana anterior. A pesar de este ligero recorte, que nosotros estimamos sano para el índice, la barrera de los 3.000 puntos continúa a tiro de piedra, y podría caer en cualquier momento.

El Euroxtoxx de construcción, por su parte, cedió en la semana un 0,4%, situándose en los 185,02 puntos, y continúa su errático camino de ascensos y descensos.