Lafarge vende su participación en Cementos Molins por 270 millones

La operación se realizará mediante una oferta restringida que lanzará Molins sobre sus propias acciones. Esta transacción, que está sometida a la aprobación de las autoridades reglamentarias españolas, deberá quedar finalizada antes del próximo verano y empezará a ser efectiva a nivel contable en el primer semestre del presente ejercicio.

Como parte de la negociación, ambas compañías han decidido llegar a un segundo acuerdo por el que Lafarge adquirirá la participación del 2,64% que Molins tiene en la empresa lusa Cimpor, lo que le costará cerca de 70 millones de euros y aumentará sus negocios en Portugal.

Uno de los motivos que se han señalado como la causa de esta operación reside en los problemas financieros del grupo francés, que en los últimos meses se han traducido en una reducción paulatina de su participación en la cementera española para concentrar todos sus esfuerzos en la actividad de Asland.

Lafarge entró en el capital de Cementos Molins en el año 1998 mediante una opa que evitó que su competidor más directo, Ciments Français, se hiciera con el control del mercado cementero catalán. Tras la entrada del grupo internacional en la compañía española, las relaciones entre los responsables de ambas empresas se fueron haciendo más cordiales, llegando a constituir una sociedad conjunta para construir una planta cementera en Bangladesh, en la que inviertieron 220 millones de euros. Según las previsiones, esta primera inversión relevante de Cementos Molins en Asia alcanzará una producción de 1,2 millones de toneladas el próximo año 2005.

La cuota de mercado de Lafarge en el sector cementero catalán será, una vez haya culminado esta operación, del 14%, lo que mantendrá al grupo como uno de los agentes con mayor actividad en la región. Por su parte, Molins controlará el 23% y el resto estará en manos de Uniland y algunos productores locales.

La compañía de origen francés está reorganizando también sus participaciones en las filiales de pinturas para construcción, para lo que tiene previsto trasladar la producción de la filial de pinturas para fachadas de Reventón, en Castellbisbal, a la de Alp, en Les Franqueses, en los próximos días. La finalidad de esta actuación es reducir costes y poder solventar los gastos que produjo la compra del 75% de Alp en abril del pasado año.

Actualmente, Lafarge desarrolla su actividad en 75 países y cuenta con 77.000 colaboradores en sus divisiones de cemento, áridos y hormigón, tejas y yesos.