El proyecto pretende ser un símbolo de modernidad y vanguardia con la más alta tecnología
El español Pérez Guerras diseña la sede del Consejo Democrático y Popular de Argelia
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El proyecto diseñado por el equipo de arquitectos que coordina el alicantino Roberto Pérez Guerras y en el que participan Navascues y Azami, ha ganado el concurso internacional para la construcción de la sede del Consejo Democrático y Popular de Argelia.
la hora de diseñar este complejo, se ha tenido en cuenta la necesidad de protección contra los fuertes rayos solares en las horas centrales del día, por lo que se colocará una malla de protección suspendida a un metro de la fachada. Los cuatro materiales básicos que se han utilizado son agua, hormigón visto, vidrio y malla de acero inoxidable.
La finalidad del proyecto, según Pérez Guerras, “es la de realizar un edificio singular que conjugue la representatividad y la concepción arquitectónica de vanguardia, optimizando los espacios de trabajo, proponiendo una imagen de tecnología avanzada capaz de garantizar su vigencia en el tiempo”.
El inmueble, que ocupará una superficie de 8.800 metros cuadrados, se caracteriza por un paralelepípedo de cristal que atraviesa una pieza de hormigón, quedando en voladizo sobre una lámina de agua.
El cuerpo de la construcción, hecho de vidrio, se sostiene a 5 metros de altura sobre una lámina de agua que rodea todo el inmueble. Un zócalo de 8 metros sobre 30 metros, con una base de 40 metros de altura en hormigón visto, lo atravesará.
Los espacios forestales que rodean el edificio se mantendrán prácticamente como están actualmente y se construirá también un lago artificial y una zona de paseo.
Para diferenciar el área de oficinas de la pequeña zona de viviendas, se ha decidido separar las mismas del cuerpo principal y situarlas en el arco que actualmente ocupa el anfiteatro.
El proyecto de Pérez Guerras trata de conjugar la representatividad y la concepción arquitectónica de vanguardia optimizando los espacios dedicados al trabajo, todo ello proponiendo una imagen de tecnología avanzada, capaz de garantizar su vigencia en el tiempo.
Así, el diseñador del inmueble ha tratado de dotarlo de sistemas modernos de control y seguridad, ya que su objetivo fundamental ha sido construir un “edificio inteligente”, acorde con un Estado que está adaptándose rápidamente al nuevo siglo XXI.