La fuerza del euro asusta a los inversores

Tras quince días de ganancias consecutivas, los inversores han optado por las ventas, asustados ante la cercanía del fin de año, y las consecuencias que pueda acarrear a la recuperación económica del Viejo Continente la imparable subida del euro, que una vez más, volvió a revalorizarse hasta situarse por encima de su record histórico, ahora colocado en los 1,2211 dólares/euro. Este hecho, unido al flojo dato de empleo de noviembre publicado en los EEUU, ha sido más que suficiente para convencer a los inversores de que la decisión más sensata es conservar las ganancias acumuladas en el año, y no arriesgarlas a cambio de un poco más de rentabilidad.

Así pues, el Eurostoxx-50 finalizó la semana (del 1 al 8 de diciembre) situado en los 2.651,41 puntos, cediendo un 0,87%, pero aguantando la barrera psicológica de los 2.650 puntos, lo que podría permitir al índice intentar un nuevo tramo alcista antes de que finalice el año. El Eurostoxx de construcción cedió, por su parte, un 0,6%, hasta situarse en los 175,95 puntos, y, al igual que su hermano mayor, se encuentra en posición de intentar un último esfuerzo para cerrar el ejercicio con buen sabor de boca.