La línea del AVE que conectará ambas capitales pasará por Badajoz
España y Portugal aprueban el trazado de la línea de alta velocidad Lisboa-Madrid
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h

España y Portugal deberán unir sus fuerzas para solicitar a la Unión Europea que financie los proyectos internacionales que han acordado en la cumbre hispano-lusa. El más costoso de todos ellos será, sin duda, el tren de alta velocidad que conectará las dos capitales de la península, cuyo trazado ha sido finalmente aprobado por los representantes de ambos gobiernos después de tres años de desacuerdos.
Lucía Sierra
Lisboa
La cumbre hispano portuguesa, celebrada en Figueira da Foz los días 8 y 9 de noviembre, ha sido el lugar en el que los representantes de los gobiernos de ambos países han dado a conocer con más detalles el proyecto de construcción de la futura línea de alta velocidad que conectará las capitales peninsulares y que será, finalmente, la que pasa por Badajoz.
Además, el ministro de Fomento español, Francisco Alvarez-Cascos, y su homólogo portugués, Antonio Carmona, han fijado el calendario tanto para esta línea como para las otras cuatro conexiones ferroviarias que unirán España y Portugal.
Según las previsiones de ambos ejecutivos, la conexión Lisboa-Madrid estará finalizada en el año 2010; la línea Oporto-Vigo podrá funcionar en 2009, el tramo Aveiro-Salamanca en 2015 y, finalmente, el trazado Faro-Huelva se abrirá al público en 2018.
Los estudios que realizarán para cada proyecto los técnicos españoles y lusos serán gestionados por la Comisión Mixta, que servirá de garantía para la obtención de trazados que permitan tiempos objetivos de recorridos entre Lisboa y Madrid. También se creará un grupo de trabajo, con la participación de Refer/Rave y GIF, que se encargará del estudio de los aspectos técnicos de las conexiones de la red ibérica de alta velocidad.
Después de haber estado tres años debatiendo, los gobiernos se han puesto de acuerdo y deberán ahora unir sus fuerzas para defender la prioridad del proyecto ante la Unión Europea, que actualmente contempla 3.600 millones de euros para financiar estos trabajos.