La contraportada
El futuro de la arquitectura deportiva
Munich/ Mónica Figueres
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
La arquitectura deportiva está experimentando un gran desarrollo gracias a los últimos proyectos que se están diseñando para los grandes eventos. En la cima de la innovación se encuentran Herzog y de Meuron, que con la creación de dos originales estadios están dando un giro radical en este tipo de instalaciones.
Dos de los complejos más importantes que se inaugurarán en los próximos años llevarán el original sello distintivo de los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. El nuevo campo de fútbol que se está construyendo en la ciudad de Munich y que servirá de sede inaugural para el próximo Mundial 2006 y el estadio olímpico de los Juegos de Pekín 2008 ponen de manifiesto las últimas innovaciones de este equipo de diseñadores.
¿Cómo sorprender a los aficionados de dos equipos de fútbol distintos (el Bayern Munich y el PSV 1860 Munich) dentro de una misma ciudad? La idea de Herzog y de Meuron fue la de planear un estadio “mutante”, cuyas fachadas cambien de color en función del club anfitrión. Diseñado como una gran cápsula gigante, el Alliaz Arena rompe con la idea convencional de otras instalaciones deportivas. Está concebido como un gran cuerpo luminoso ubicado en los límites entre lo urbano y el paisaje abierto y, además de convertirse en uno de los símbolos de Munich, será una nueva puerta de entrada a la ciudad alemana.
La estructura de la fachada y las grandes almohadillas romboidales que la cubrirán facilitan el cambio de iluminación del edificio y, una vez dentro, los 66.000 espectadores se encontrarán con tres pisos de tribunas que se acercan al campo de juego y con una diferencia de altura entre los posteriores niveles que va creciendo progresivamente para lograr una mayor riqueza espacial.
Pero el “estadio del futuro” no es el único equipamiento deportivo para encuentros masivos en el que están trabajando actualmente los suizos Herzog y De Meuron. En el estadio olímpico de Pekín 2008, los arquitectos juegan con el hormigón creando una estructura inseparable de la fachada, con lo que se constituye una sola pieza en la que los frentes, las escaleras y el techo están completamente integrados.
La red de elementos de hormigón entrelazados dibujan un enorme nido que se rellenará, al igual que en el Allianz Arena, con almohadillas de material inflable, y el techo corredizo permitirá el paso de la luz solar. El estadio cuenta, además, con un sistema de recuperación del agua de lluvia y una moderna red de ventilación. En el caso de esta construcción tampoco podía faltar el elemento de “facilidad de cambio”, por lo que se podrá reducir de 100.000 a 80.000 la capacidad del estadio gracias a 20.000 asientos que se colocarán en la cima de la tribuna superior durante la celebración de los Juegos Olímpicos.
Así, los grandes eventos que tendrán lugar en los próximos años nos muestran ejemplos de cómo la arquitectura deportiva ofrece la posibilidad de innovación y de desarrollo de inimaginables proyectos como los dos estadios diseñados por Herzog y De Meuron.