www.euroinmo.com

El Banco de España defiende un "trato diferente" para Bankia

El Subgobernador asegura en el Congreso que las ayudas públicas no llegarán a los 20.000 millones

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El subgobernador del Banco de España y presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Fernando Restoy, augura que la venta de Bankia tras su recapitalización será un proceso largo y lento, pero que podría interesar a compradores extranjeros que se quieran establecer en todo el territorio nacional.
Durante su última comparecencia ante la subcomisión de Seguimiento del FROB en el Congreso, Restoy asumía que este caso es una "excepción", ya que otras entidades con necesidades como las que se han reconocido para Bankia han sido resueltas en lugar de reestructuradas, algo que justifica el hecho de que el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri es "sistémico" dentro del sector, por lo que "tiene que seguir funcionando".

Y es que mientras Banco de Valencia tiene unos 20.000 millones de activos, Novogalicia Bank en torno a 70.000 millones, o Catalunya Banc aproximadamente 80.000 millones -las tres, entidades que saldrán a subasta-, el capital de Bankia supera los 320.000 millones de euros, lo que hace que su caso deba ser tratado de forma distinta.

Restoy, afirma que "El planteamiento para BFA-Bankia tiene que ser distinto que para otras entidades. Es una entidad que, por su carácter sistémico, tiene que seguir funcionando y, por tanto, una eventual liquidación o resolución debe ser contemplada a un horizonte mucho más de largo plazo, después de un proceso suficientemente ordenado y dilatado de reestructuración, adelgazamiento, saneamiento, etcétera. Es decir, más en la línea de una entidad en reestructuración que de una entidad en resolución".

El propio Subgobernador aclara Bankia requerirá de una inyección de ayuda pública "importante", aunque "bastante menor" de los 26.000 millones de euros que se estiman en el informe de Oliver Wyman, pero no cuantifica las necesidades de recapitalización definitivas de la entidad.

El panorama que pintaba el informe de Oliver Wyman, y que era el supuesto más desfavorable, exigía una inyección de entre 51.000 y 62.000 millones de euros,aunque Restoy pronostica que la discrepancia de estas estimaciones con la realidad serán "relativamente relevantes" a la baja.

La cantidad exacta no se conocerá, no obstante, hasta que las entidades no presenten todos los planes de recapitalización, de los que también dependerá la reactivación de los procesos de subasta actualmente paralizados, como los de Banco de Valencia o Catalunya Banc. "Estamos trabajando con enorme intensidad para que esto quede claro lo antes posible", asegura Restoy.

A preguntas sobre la reestructuración del sector, Restoy advierte "Este tema hay que verlo de una manera relativamente pragmática, y el tema es que este país no tiene otro remedio realmente que asegurar el mantenimiento de la estabilidad financiera, porque sin ésta las condiciones macroeconómicas empeorarán y los costes, en términos de creación de empleo o actividad en general, serán todavía mayores".

Por ello, recomienda acometer el proceso "con celeridad y despejando cualquier incertidumbre", así como utilizar los fondos públicos "de la manera más eficiente posible" para "minimizar los costes" que deberán asumir los contribuyentes, aunque avisando de que "no cabe esperar en principio que el montante que se inyecte en esas entidades se vaya a recuperar en su totalidad" a pesar de ser cuantías "no despreciables".

En este proceso de reforma financiera también hay que tratar de evitar al máximo las "distorsiones" en la competencia, exigiendo a cada entidad planes de "adelgazamiento y reducción de capacidad" que sean "exigentes" y proporcionales a la inyección recibida. Según Restoy, la mera puesta en marcha de todo el proceso de reestructuración y resolución de entidades ha servido ya para reducir tensiones de liquidez en el sector.

Sin embargo, el subgobernador rechaza la posibilidad de introducir un coeficiente de crédito obligatorio sobre las ayudas recibidas para destinar al crédito a la economía real, tal y como propone CiU. "Francamente, creo que no es una buena idea", reconoció en la sesión, descartando finalmente la posibilidad de que haya un "impago masivo de la deuda pública española" salvo en caso de ruptura de la unión monetaria. "Evidentemente, una de las cosas que ocurriría (en ese supuesto) es que el sistema financiero español quebraría", concluyó.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios