
Díaz Ferrán se pone a prueba
El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz-Ferrán, es un liberal a ultranza que conectó muy bien con Esperanza Aguirre al principio de su mandato, hasta tal punto de que en poco tiempo y con el apoyo de la presidenta madrileña consiguió desbancar al hombre de Alberto Ruiz-Gallardón en la Cámara de Comercio, Fernando FernándezTapias -que se negó a rendir pleitesía a Aguirre- y a potenciar la patronal madrileña, la CEIM, que presidía gracias a estos apoyos políticos, Díaz-Ferrán consiguió también que José María Cuevas le nombrara su sucesor a pesar de la oposición del número dos de Cuevas, Juan Jiménez Aguilar, que aspiraba a sucederle y que finalmente tuvo que marcharse de la CEOE por sus disputas con el nuevo presidente.
La nueva victoria de Zapatero en las elecciones de marzo de 2008, la derrota de Esperanza Aguirre en el Congreso del PP de Valencia y, sobre todo, los graves problemas empresariales del grupo de Ferrán en Argentina, con la confiscación de Areolíneas Argentinas, obligó a Gerardo Díaz-Ferrán a buscar apoyos políticos en el PSOE y ser menos crítico con el Gobierno, cosa que no gustó a muchos directivos de la CEOE. Todo ello hizo que Ferrán decidiera convocar nuevas elecciones en la CEOE, para el 2 de abril, a pesar de que su mandato acaba en febrero de 2010, con el objetivo de ser respaldado por la mayoría antes de que la cosa se ponga mejor debido a la crisis económica. Su objetivo podría verse frustrado por la aparición de otras candidaturas más duras y más cercanas a los halcones del PP, como la que ha amenazado con presentar el ex presidente del Círculo de Empresarios, Carlos Espinosa de los Monteros.