Cien días de...

En esta semana se han cumplido los primeros cien días del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en su segunda legislatura, y existe la sensación entre una gran parte de la ciudadanía de que han sido cien días perdidos, en los que no se han tomado medidas efectivas para tratar de paliar los efectos de la crisis que ya se encuentra instalada entre nosotros.

Han sido cien días en los que el Gobierno ha perdido su capacidad de maniobrar para enmascarar lo que realmente pasaba, y el Ejecutivo ha pasado de negar la existencia de la crisis a reconocer que algo existe, a hablar de que España seguía creciendo a reconocer que ya existe déficit en las cuentas del Estado. Pero todavía no afronta con claridad el problema y en vez de hablar de medidas concretas y estructurales, que deberían haberse tomado hace meses, Zapatero sigue hablando de capitanes de barcos, de optimismo antropológico y de supuestos beneficios sociales que nunca va a abandonar, aunque luego no haya dinero para pagarlos.

Más que prometer subvenciones y medidas para la galería que quedan en meros enunciados de intenciones que poco aportan, lo que los ciudadanos esperan de su Gobierno es que tome medidas que, si bien no acaben con la crisis, sí puedan paliar sus efectos y puedan enderezar la situación de los sectores más afectados, para que no se provoquen tantas pérdidas de trabajo como se espera que se produzcan.

Y lo que menos pueden entender los ciudadanos es que el Gobierno, o el partido que lo sustenta, organice un acto para celebrar esos primeros cien días ya que hay poco o nada que celebrar. Estaría mejor que se ocuparan más de tratar de hacer algo positivo antes que vender imagen y propaganda. Las elecciones, salvo que cambien las cosas, todavía están lejos.