La divina venganza

La sesión se inició con la elección del diputado de más edad, Carlos Westendorp (PSOE), y de los dos más jóvenes, Borja Sarasola (PP) y Jorge García (IU), para dirigir el cotarro. La chispa saltó cuando la socialista Helena Almazán tomó la palabra con el objetivo de pedir un receso antes de empezar la votación para elegir al nuevo presidente y al resto de miembros de la Mesa. Faltaban dos diputados en los escaños del PSOE: María Teresa Sáez y Eduardo Tamayo, destacados militantes del sector renovadores de la base, liderado desde hace mucho por José Luis Balbás y defensor a ultranza de Rodríguez Zapatero.
El pleno se volvió a reunir y decidió que Cabaco no es el sucesor de Jesús Pedroche y que Concepción Dancausa es ya la nueva presidenta del Legislativo. Esperanza Aguirre, que ya daba por perdido el sillón de la Puerta del Sol, respiró a fondo y dijo "todavía hay posibilidades". No entró mucho al trapo aunque dejó bien claro que lo sucedido son problemas internos de la FSM. Razones no le faltan a Aguirre, ya que parece ser que Tamayo y algunos más de este sector habían planteado a alguien de la Ejecutiva regional de su partido quejas varias por el hecho de cómo Simancas y sus más allegados estaban gestionando el "triunfo electoral de la coalición socialcomunista" en las pasadas elecciones. Durante el comité regional de la FSM celebrado el hace dos fines de semana, algunos renovadores de la base expresaban, por lo 'bajini', su preocupación y lo que pensaban sobre algunas decisiones tomadas y por tomar. No se quejaban mucho por la designación del guerrista Cabaco como candidato a presidir la Asamblea regional, pero sí lo hacían ante la posibilidad de que Almazán fuese la sustituta de Pedro Sabando como portavoz parlamentario y mucho más ante el futuro cercano de ver a Ruth Porta (secretaria de política institucional) como consejera de Hacienda o Presidencia dentro de un Ejecutivo presidido por Simancas.