
Pericles y Esperanza Aguirre
Pericles, el ateniense, ha pasado a la historia como uno de los grandes políticos de todos los tiempos. Destacó, además, por su amor a las artes y las letras. Entre sus acciones más populares, figura la de permitir que, por ley, los pobres pudieran acceder gratuitamente al teatro.
Veintiséis siglos después, la presidenta del Gobierno regional madrileño, Esperanza Aguirre, ha abierto las puertas de muchos teatros de la capital a los mayores, que no es que sean pobres, pero en la mayoría de los casos son jubilados que llegan con alguna dificultad a fin de mes. Los jueves, durante unos meses, y por sólo tres euros, los mayores pueden acceder a las obras teatrales de la cartelera madrileña. Esta medida se une a la iniciada el pasado año, con gran éxito, de facilitar también un día a la semana, en este caso los martes, el acceso de los mayores a numerosos cines de la Comunidad, con el precio prácticamente simbólico de un euro.
Si la asistencia a los cines se ha multiplicado los martes, los jueves los teatros han colocado, prácticamente en su totalidad, el cartel de "no hay billetes". Esto demuestra el interés que el teatro despierta en la tercera edad y en todas las edades, y que los impedimentos para llenar las salas son fundamentalmente económicos.
Tanto en el caso del teatro como del cine, ha habido voces que protestan por estas subvenciones. Pero son más bien compensaciones, porque los empresarios, teatrales o cinematográficos son eso, empresarios, y no pueden trabajar por amor al arte, aunque amén al arte. Estas medidas se unen a otras de fomento de la cultura cinematográfica o teatral - precios especiales a colectivos, jóvenes, etcétera - al tiempo que se compensa a los mayores que se han visto privados de asistir a estas representaciones por razones de todo tipo, fundamentalmente económicas.
La colaboración de los empresarios con el gobierno regional ha conseguido que se convierta en una idea merecedora de aplauso. Lo importante es que esta iniciativa no se pierda. Las empresas, los actores, el público y la cultura en general saldrán ganando.