Convidado de piedra

Hay veces en la vida en que las injusticias te impulsan a escribir sin pararte a pensar en los motivos. Algo parecido me ha sucedido a la hora de plantearme el tema de este artículo semanal. El asunto me lleva dando vueltas en la cabeza desde que saltó la noticia a los medios de comunicación, con más despliegue e interés parcial en unos que en otros, dicho sea de paso.
Dicha noticia es la llamada a declarar como imputado ante el Juzgado que tramita el conocido como Caso Guateque del viceconsejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Luis Armada, que fue gerente municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid desde los años 1997 a 2003.
Sus motivos tendrá el juez, pero estoy plenamente convencido de que será imposible demostrar cualquier irregularidad, por pequeña que sea, en la gestión que llevó a cabo Luis Armada.
En estos tiempos que corren es difícil poner la mano en el fuego por alguien, pero creo que corre pocos riesgos de quemarse la persona que lo haga por Armada. Hace más de diez años que le conozco y sé de su rectitud, de su buen hacer y, lo que es más importante, de su calidad humana. Nunca le he oído hablar mal de nadie ni decir una palabra de más, por lo que considero todavía más injusto que se le mezcle con un caso de corrupción.
Las malas lenguas de la capital hablan de que se ha tratado de dar un golpe, por llamarlo así, a Esperanza Aguirre y el receptor ha sido Armada. Dicen que se le ha utilizado como cabeza de turco al haber ocupado el cargo que ocupó en el Ayuntamiento.
Cuando salgan estas líneas, y si no se alteran las fechas, Armada ya habrá prestado declaración y habrá dado un paso para dejar su nombre y su trayectoria en el Ayuntamiento de Madrid limpia de toda sospecha.