Colonial busca liquidez para salir de su traumático fin de año

Una de las últimas decisiones de Luis Portillo al frente de Colonial fue vender activos a Abertis y La Caixa. Sacó 309 millones por activos consolidados: un proyecto logístico en Madrid y Barcelona, realizado ya al 50%, y la torre en la que la caja catalana tiene sus oficinas. Ambas operaciones se inscriben, según la inmobiliaria, en la estrategia habitual de rotación de activos.
Lo que ya no es tan habitual es el interés que suscitan las participaciones de Colonial en la francesa SFL y en FCC, que podrían convertirse en una forma rápida de enjugar deuda. En el caso de la firma gala, fuentes de Colonial han asegurado que reducirán su presencia en 2008, un año antes de lo previsto. Portillo afirmaba no tener prisa por sacar partido a estas acciones, pero la nueva cúpula directiva es menos proclive a los remilgos y ha informado de que situará su participación en la francesa por debajo del 60%, frente al 84,4% actual. Si se hiciese la operación a precios actuales, Colonial podría ingresar más de 2.600 millones de euros, que reduciría de forma significativa los 8.400 millones que debe.
La patrimonialista gala es una de las mejores bazas que tiene ahora mismo Colonial. Su balance saneado (el endeudamiento ronda el 25%) y su cartera de activos, valorada en 3.897 millones de euros en el último balance, le brindaría las atenciones de muchos “novios”, entre los que podría estar la Gecina de Joaquín Rivero.
Por otra parte, otra de las joyas de las que Portillo no quería desprenderse, el 15% de FCC, también está en el alero. La directiva de Colonial, aunque afín al expresidente, no ha desechado la venta si se reciben ofertas generosas. Y es que la participación, que se adquirió hace un año a 78 euros por acción, cotiza hoy a 51 euros. Los rumores más benignos apuntan a que una hipotética opa que se está fraguando en torno a FCC podría elevar el precio hasta los 59 euros, lejos aún de un valor interesante para Colonial.
Cualquier operación que intente Colonial en estos momentos tendrá que aceptar probablemente unas condiciones leoninas, pero la situación no deja muchas alternativas. Este año, la firma tiene que pagar 150 millones de euros por los intereses del crédito con que se financió la fusión entre Inmocaral, Colonial y Riofisa, así como la compra del 15% de FCC.
Además de mantener la actividad en una situación estancada, la empresa tiene que generar recursos suficientes para pagar el siguiente tramo del crédito en 2009, que asciende a más de 1.000 millones de euros.