Gema Fernández
El hogar del futuro

En los comienzos del siglo XXI, pero muy lejos ya de aquella "odisea" espacial que Kubrick describió en su película sobre el año 2001, o de la sociedad que George Orwell retrataba en su libro "1984", la tecnología, al menos de momento, está muy lejos de poder dominar al hombre y volverlo un autómata.
Es cierto que se están empezando a dar los primeros pasos en cuanto a domótica se refiere, pero nadie puede predecir cómo será el hogar del futuro, aunque sí se pueden hacer las primeras aproximaciones. Los promotores de las nuevas tecnologías aplicadas a la vivienda basan sus proyectos en el ofrecimiento de un mayor confort para el usuario, pero ¡cuidado!, porque demasiada comodidad puede llevar al ser humano a la dejadez, la vagancia... y, finalmente, a la soledad más absoluta, a la estampa descrita por visionarios como Kubrick u Orwell.
Otra opción de futuro para el hogar, la más aconsejable para los ideólogos más "verdes", pasa por las construcciones ecológicas o la arquitectura bioclimática, como ya se la describe. Se trata de emplear materiales reciclables en la construcción y de aprovechar la orientación de los edificios para proporcionar calor o ventilación cuando sea necesario. La mayoría de estas nuevas viviendas utilizan placas solares para generar energía solar térmica y, en muchos casos, también fotovoltaica. En esta dirección se han comenzado a dar algunos pasos, aunque con calma, porque muchos creen que encarecerá el precio de los pisos... Y digo yo, ¿aún más?.
Quizá los promotores deban empezar a pensar que el hogar del futuro pasa por dar a cada uno de los miembros de una casa lo que necesita, incluso si existen limitaciones físicas.