España y Francia rompen la negociación con Dragados y Bouygues para el AVE Figueres-Perpignan

La interrupción de las negociaciones responde "a la imposibilidad de los poderes públicos para aceptar los últimos planteamientos del consorcio, incompatibles con los principios que rigen la institución concesional", ha informado el Ministerio de Fomento.

Según informaron fuentes próximas a la Comisión, el consorcio solicitó unas garantías mínimas sobre el volumen de tráfico para asegurar la rentabilidad de la concesión, así como sobre los "eventuales riesgos que pudiera presentar la obra".

Dragados, por su parte, atribuyó la ruptura de la negociación al rechazo por parte de la administración española y francesa de "una serie de garantías de financiación" que el consorcio planteó, han informado fuentes de la constructora española.

Por ello, la Comisión Intergubernamental hispano-francesa creada para seleccionar al concesionario de AVE Figueres-Perpignan "se ha visto obligada" a poner fin a la negociación e iniciar "con carácter inmediato un nuevo procedimiento para adjudicar en el plazo de tiempo más breve posible el contrato de concesión", presupuestado en 714 millones de euros.

En concreto, dicha comisión convocará a un nuevo concurso público a todas las empresas interesadas, proceso que puede derivar en un retraso en el plazo de puesta en servicio de la línea, que España y Francia acordaron para 2005.

La Comisión hispano-gala seleccionó en julio de 2002 al consorcio Dragados-Bouygues como potencial adjudicatario del AVE Figueres-Perpginan, tras quedar como primer clasificado en un concurso público en el que participaron otros cuatro grupos de empresas, además de los gestores públicos de infraestructuras ferroviarias de España y Francia, GIF y RFF.

Los cuatro grupos que compitieron con Dragados en su momento fueron: Ferrovial y la gala Vinci, el integrado por FCC, OHL, Comsa, Proyectos y Servicios (Proser), Caja Madrid y Connex; el compuesto por ACS y varias de sus filiales -Cobra, Vías y Construcciones y Electren- y la sociedad francesa Eiffage, y el formado por Acciona, Necso y Sacyr.

El futuro AVE Figueres-Perpignan, será la primera línea ferroviaria que se construya en España con capital privado en régimen de concesión y la primera conexión hispano-francesa de Alta Velocidad ferroviaria.

La línea suma 45 kilómetros de longitud, de los que 24,6 kilómetros discurren por territorio francés y 20,85 kilómetros por español. El proyecto incluye la construcción de un túnel de doble dirección, de 8,171 kilómetros para sortear los Pirineos y la gestión de su explotación durante los próximos 50 años.

El AVE, presupuestado en 714 millones de euros, prevé acoger el tránsito de 3,5 millones de pasajeros y 4,2 millones de toneladas sólo en su primer año en servicio.

Además del eventual retraso de puesta en marcha respecto al calendario inicialmente programado, otra de las principales dudas del proyecto es la reticencia de Francia a conectar Perpignan con el resto de la red europea de Alta Velocidad (AVE).

En este sentido, el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Casos, durante una reciente comparecencia de la Comisión Mixta Congreso-Senado para la UE, calificó de "complejas" la situación entre España y Francia para definir las redes transpirenaicas y la conexión del Ave Madrid-Barcelona-frontera francesa con la red AVE de la UE.

El ministro apuntó la necesidad de que el gobierno galo conecte Perpignan por AVE con Nîmes con el fin de "garantizar la rentabilidad de todo el corredor", toda vez que la Comisión Europea ya ha incluido la conexión AVE Nîmes-Montpellier dentro de los proyectos de infraestructuras prioritarios de la UE.

Fuente: Europa Press