la atalaya/Rafael Gómez Parra
El divorcio Alzaga-Marañón
En Madrid se habla del divorcio profesional entre Oscar Alzaga y Gregorio Marañón

El bufete de abogados Iberforo, creado en 1990, y que jugó un papel importante en la solución del problema de los terrenos de los jesuitas en la famosa "Operación Chamartín", se ha roto. Marañón, consejero de Prisa y miembro de la Fundación Nuevo Siglo, que iba a "vigilar" y asesorar al Ayuntamiento de Madrid en la operación urbanística más importante del siglo XXI, la prolongación de la Castellana, ha dejado el despacho de Marqués de Cubas, y ha sido sustituido por Rafael García Palencia, ex director general de la Competencia.
El despacho se llama ahora Alzaga, Caro, Palencia, Sánchez-Terán y Asociados y sigue siendo uno de los más importantes de España, pero sin Marañón. Entre los asociados tampoco está ya Diego Lozano, ex abogado del Estado y uno de los asesores del ministro José Borrell cuando fue titular de Obras Públicas y se diseñó la primera "Operación Chamartín", en la que Renfe cedió un millón de metros cuadrados, mediante concurso público, a Duch (Argentaria y Constructora San José) a cambio de un canon para construir la nueva estación de Renfe en el norte de Madrid. Gregorio Marañón era en esa época consejero de Argentaria.
El alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, insigne alumno de los jesuitas, solicitó a Oscar Alzaga que mediara con Renfe para que la Orden pudiera tener una compensación a cambio de los terrenos que le expropiaron en los años 40 para hacer la estación de Chamartín. Y Alzaga lo consiguió: de hecho los jesuitas han sido los únicos reversionistas que han conseguido que se les reconozcan sus derechos al cambiar jurídicamente los terrenos de ferroviarios a urbanos.