
Menos críticas y más propuestas
Siento una lógica curiosidad por conocer las propuestas del candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián. Hasta ahora, no sé exactamente su opinión sobre vivienda, transporte, seguridad, sanidad y demás. El señor Sebastián será experto en tema económicos, pero no puede presumir de lo mismo en temas municipales. Hasta ahora sus principales esfuerzos se dedican a criticar al actual alcalde, Alberto Ruiz Gallardón.
Algunas de estas críticas no son demasiado acertadas. Decir que Ruiz Gallardón tiene su vista fijada en la Moncloa, mientras él la tiene puesta en Madrid, resulta absurdo. Gallardón lleva muchos años trabajando en, por y para Madrid, ya fuera como portavoz de la oposición, al frente de la Comunidad, o como alcalde de la capital. Conocer a fondo los problemas de Madrid, y haber trabajado para solucionarlos es una ventaja que el actual alcalde tiene frente al bisoño candidato. Criticar los fallos de Gallardón resulta casi obligado cuando se inicia la lucha electoral, pero los madrileños conocemos bien estos fallos, entre otras cosas porque los sufrimos diariamente. También conocemos sus aciertos. La política de obras ha sido y será criticada, pero cuando terminen las críticas pueden convertirse en elogios. En materia de transporte, todos estamos de acuerdo en que más kilómetros de Metro equivalen a más facilidades para moverse por Madrid. Y aunque siempre sea molesto pagar impuestos, hemos de reconocer que estamos mejor que otras regiones.
Lo importante es conocer el programa concreto del candidato socialista para mejorar el nivel y calidad de vida de los ciudadanos. Habrá quienes añoren “la movida” del profesor Tierno Galván. Otros, no tanto. En cualquier caso, eran otros tiempos, y problemas que ahora son acuciantes, como la inmigración, entonces apenas si existían. Los madrileños pedimos menos críticas y más propuestas concretas, para formar una opinión antes de votar. Todo hace pensar que para gobernar Sebastián necesitaría de IU, formación que anda a la gresca como si se tratara de un gallinero.