Gema Fernández
¿Nos ha mirado un tuerto?
Al menos eso diría mi madre para referirse a las últimas desgracias que han asolado el mundo de la arquitectura madrileña y la barcelonesa. El miércoles 9 de febrero daba comienzo el calvario en Madrid. ETA era la encargada de enturbiar la mañana de un día laboral cargado de citas importantes en los pabellones de Ifema, donde esa misma tarde acudirían los Reyes a inaugurar la feria Arco. El grupo terrorista colocó un coche bomba cerca del Palacio Municipal de Congresos de Madrid, destrozando gran parte de la fachada de los edificios conocidos como Esferas Gemelas, diseñados por el despacho de arquitectos Pérez Guerras.
El fuego iniciado en la madrugada del sábado 12 se cobraba un nuevo edificio en la capital, esta vez se trataba de todo un símbolo de la modernidad y una de las imágenes más conocidas de la zona de negocios de Madrid, el Windsor. De la estructura de uno de los primeros rascacielos de la ciudad sólo queda la estructura de hormigón ennegrecida por las llamas. Ahora comienza la ardua tarea de derribarlo, un trabajo que los expertos calculan durará algo más de medio año. Un triste final para un icono arquitectónico…
En Barcelona, las obras del metro han conseguido lo que ni una voladura controlada ni ningún atentado terrorista había hecho hasta ahora. Hasta tres edificios han tenido que ser derribados porque corrían peligro de hundirse debido al socavón aparecido en medio del barrio de El Carmel a causa de los trabajos de perforación de uno de los túneles del suburbano. Las grietas siguen apareciendo en otros muchos inmuebles y más aún son los afectados por esta desgracia. En este caso, se ha dañado algo más que una estructura arquitectónica, más que el trabajo de los arquitectos, aquí se llora la pérdida de hogares, de recuerdos, de sueños…
Gracias a Dios, como también diría mi progenitora, en ningún caso ha habido que lamentar la pérdida de vidas humanas, pero las vidas de muchos españoles han sido trastocadas, cada una por un motivo diferente, pero ya nada será igual…