Arquitectura
Una ciudad española en Shanghai
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Lo español es algo que vende en China”, esa es la conclusión que saca el arquitecto Javier Pioz, del estudio Cervera & Pioz, tras diez años de trabajo en el país asiático. El problema es que lo que los chinos consideran en arquitectura “lo español” se acerca más a las edificaciones de Miami o Marbella que a un casco antiguo de cualquier ciudad española.
Así, estos arquitectos se han enfrentado al diseño de una ciudad española en Shanghai en la que han tenido que combinar aquella idea china sobre la arquitectura patria, con elementos arquitectónicos nacionales y dotando todo el conjunto de una estructura funcional apta para acoger un centro político, administrativo y cultural con capacidad para 100.000 personas.
Fenxian Spanish Town es una de las tres ciudades periféricas que se están construyendo a las afueras de Shanghai, las otras dos tendrán carácter británico y alemán. La idea de las autoridades es construir un centro político que, una vez terminado, quede vinculado a uno de los barrios periféricos de la ciudad, una urbe que ya cuenta con 18 millones de habitantes.
El proyecto español se hará cargo de un barrio situado a 30 kilómetros de la ciudad china de unos tres millones de habitantes, que se espera que crezca hasta los cinco en unos años. “No se trata de ciudades dormitorio, sino de crear verdaderas ciudades que descongestionen Shanghai, una urbe que llegará a 25 millones de habitantes en dos décadas”, afirma Pioz. Este proyecto se construirá sobre una parcela de 300.000 metros cuadrados y contará con seis edificios que comenzarán a construirse en breve y estarán finalizados en un año y medio.
Se trata de la Corte de Justicia, el edificio de la Policía, la sede del Gobierno, una plaza comercial, el centro museo Gaudí y una iglesia católica protestante, que en total tendrán una superficie construida de 150.000 metros cuadrados. “Es como la plaza de un pueblo, pero con los tamaños que se manejan allí”, señalan en el estudio. Luego vendrán las viviendas y las oficinas, pero aún no se ha celebrado el concurso de ideas.
La característica básica del proyecto son los espacios abiertos, tanto en el exterior, con zonas de paseo entre los distintos edificios, como dentro de los mismos, que están dotados de patios, que recuerdan a claustros, y fuentes y vegetación, que nos trasladan a la Alhambra. La iglesia, exigida por las autoridades para la comunidad católica de la zona, cuenta con dos tejados verdes con funciones bioclimáticas.
En el modo de trabajar, para estos arquitectos también resulta llamativo que los chinos no aceptan los planos de los proyectos a la europea
-plantas y alzado-, sino que necesitan unas representaciones hiperrealistas hechas por ordenador, llenas de colores y, a ser posible, con visiones nocturnas dotadas de una impresionante iluminación.