Fiestas para todos los gustos

Los primeros, como es ya tradición, en las nevadas cumbres de Baqueira (donde pueden haberse encontrado con José Bono, otro de los asiduos), y los segundos, en los históricos parajes del Coto de Doñana, aunque algo más al norte, en el País Vasco, estuviera cayendo el aguacero del lehendakari Ibarretxe.

Todo lo contrario al Rey Juan Carlos, que en cuanto tuvo oportunidad puso tierra de por medio para refugiarse, lejos de esposa, hijos y hermanos, en el paraíso cinegético de Villasequilla (Toledo), junto a su fiel amigo Alberto Alcocer.

El Monarca, que comparte desde hace años junto a Alcocer una incontrolable pasión por la caza (algunos disgustos le ha causado tal afición en Rumanía), logró hacer un hueco en su agenda familiar para disfrutar unos días, entre la Nochebuena con los Rocasolano y la Nochevieja, en el coto toledano de su inseparable amigo. Una finca de 2.000 hectáreas que Alcocer mima con esmero para el disfrute de la escopeta real.

Con ritmos de samba daba la bienvenida al 2005 el todopoderoso presidente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato. El ex vicepresidente del Gobierno Aznar recibió el nuevo año en Copacabana, junto a su actual compañera, la periodista Alicia González, y a miles de kilómetros de su ex mujer Gela y sus hijos.

Quien tampoco ha pasado las fiestas navideñas en familia es Severiano Ballesteros, recién separado de Carmen Botín. A los pocos días de anunciar su ruptura, el golfista ya ha dado a conocer las causas del desamor de la pareja, una joven cántabra de 28 años llamada Inés Matalla. Fiestas navideñas, por tanto, para todos los gustos y colores.