Arquitectura
La Sirenita y la ópera se miran a la cara en Copenhage
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El pasado día 15 fue inaugurado el nuevo Palacio de la Opera de Copenhage, construido junto al puerto a las orillas del mar Báltico, frente a la estatua de bronce de La Sirenita, personaje del cuento obra de Hans Christian Andersen, y frente a la que fue la casa del popular escritor, situada en el viejo puerto de la capital danesa.
Sin duda un emplazamiento privilegiado para un edificio excepcional, cuya construcción ha costado 340 millones de euros, aunque no a los habitantes de la ciudad, puesto que ha sido un regalo del empresario naviero y multimillonario danés Maersk Mac-Kinney Möller, que ha elegido los mejores materiales y la última tecnología para el que ya es el mayor edificio dedicado a la música del norte de Europa.
El inmueble está construido con titanio, cristal y piedra, además de contar con maderas nobles para las pasarelas y puentes que rodean esta construcción. El edificio ocupa una superficie total de 41.000 metros cuadrados y tiene capacidad para albergar a 2.000 personas. Mientras el vestíbulo, de 4.000 metros cuadrados, está forrado de mármol italiano, el techo de la sala principal ha sido recubierto de láminas de oro de 24 quilates, cuenta con suelos de madera y asientos de terciopelo. Esta sala ocupa la séptima parte del edificio y tiene un aforo para alojar a 1.655 personas. Además, el Palacio de la Opera de Copenhage tiene otros escenarios y auditorios, algunos de los cuales tienen contacto directo con el mar.
El diseño es obra de uno de los arquitectos más famosos del país, Henning Larssen, y ha sido calificado como futurista y comparado con diferentes formas que van desde una concha gigante, una nave espacial a punto de levantarse del suelo o con el capó de un Pontiac del año 1955. Esta última comparación se refiere a una de las fachadas, que en un principio estaba proyectada por Larssen como una pared de cristal abierta, pero el mecenas Maersk Mac-Kinney Möller decidió modificarla por una opción cerrada con bandas de metal redondeadas.
La Opera está equipada con sofisticados sistemas de informática y alumbrado, escenarios móviles intercambiables, puentes corredizos y una acústica que, según aseguran los críticos musicales, mejora la ya de por si buena calidad de la Semperoper de Dresde, orquesta encargada de recrear las obras musicales.
Estos músicos interpretaron un conjunto de obras nórdicas e italianas el día de la inauguración y el próximo día 21 tocarán “Aída”, de Giuseppe Verdi, con el tenor Roberto Alagna, que será la primera representación operística que se escuche en este nuevo palacio. A ella asistirá la reina Margarita que, además de todo lo hasta ahora mencionado, podrá disfrutar de un palco real acondicionado para fumadores y dotado de un sistema especial de aire acondicionado para que la monarca, fumadora empedernida, pueda dar rienda suelta a su vicio, pese a que está absolutamente prohibido fumar dentro del edificio.
Por último, la nueva Opera de la capital danesa, que ha tardado tres años en construirse, acogerá un homenaje del director de ballet de Hamburg, John Neumeier, al escritor Hans Christian Andersen por el 200 aniversario de su nacimiento. Así, el programa de actuaciones incluye el estreno mundial de la obra de ballet basada en el cuento de “La Sirenita”, al que Neumeier ha puesto coreografía y vida.