Están lejos todavía de alcanzar el 80% de las empresas europeas
Las constructoras españolas realizan el 20% de su actividad en el extranjero
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
La inversión de las grandes constructoras españolas en otros países es cada vez mayor, aunque aún está lejos de sus competidoras europeas. La inestabilidad de los mercados latinoamericanos y las posibilidades de desarrollo de los países del este de Europa están dando lugar a un cambio de estrategia inversora por parte de las compañías, que empiezan a entrar en los países candidatos a formar parte de la Unión Europea.
Lucía Sierra.
Bruselas
El sector de la construcción español ha crecido, durante el ejercicio 2003, un 5,4%, alcanzando una facturación de 124.000 millones de euros, lo que le sitúa como uno de los principales creadores de riqueza y de empleo en todo el país. Pero, aunque la situación es muy positiva, todavía no ha alcanzado las cifras que se registran en sus homónimas europeas. Según un estudio elaborado por los ingenieros de Caminos Francisco Martín y Daniel Comesaña, en España el 11% de la población activa trabaja en la construcción, mientras que en la Unión Europea el porcentaje asciende al 20%.
El informe señala que, ante la globalización de la economía y la entrada en funcionamiento del euro, las estructuras empresariales se hacen cada vez más complejas, las relaciones comerciales y de competencia con las empresas también se transforman y se tiende a una política de fusiones transnacionales, algo que se ha estado dando especialmente durante los últimos años. Ante estas circunstancias, la salida de las compañías al mercado internacional no es ya una estrategia opcional, sino que, al menos para las grandes empresas, se ha convertido en una necesidad marcada por los cambios económicos a nivel mundial.
Las grandes constructoras españolas, que suponen casi un 14% del mercado nacional, obtienen el 20% de sus ganancias por actividades en el exterior, gracias fundamentalmente al proceso “obligado” de internacionalización y a la diversificación de sus actividades. Una cifra significativa que está lejos, por otro lado, del 80% que generan en el exterior algunas de sus competidoras europeas. En el lado positivo de estos datos destacan las buenas perspectivas de expansión que tienen los españoles para los próximos años.
Una de las líneas de crecimiento por las que están apostando las principales constructoras es la expansión hacia mercados exteriores con potencial de desarrollo, como alternativa a la madurez del mercado español y la previsible desaceleración de la demanda de obra civil a medio plazo. En vista de la crisis por la que están atravesando los países latinoamericanos, la alternativa más atrayente para los empresarios españoles es, cada día más, el grupo de países candidatos a formar parte de la Unión Europea, que tienen unos mercados emergentes y con grandes posibilidades de desarrollo.
La apertura al exterior también se traslada a las actividades de diversificación, especialmente a las áreas de concesiones, logística, servicios urbanos e industriales, mediante el establecimiento de acuerdos o la adquisición de empresas que pueden convertirse en una plataforma para la puesta en marcha de otros negocios fuera de España.
La apertura de las empresas del sector hacia el mercado internacional no sólo se traduce en la salida de las constructoras hacia otros países, sino que también el peso económico extranjero está aumentando en la Península Ibérica, lo que genera cierta incertidumbre en el sector inmobiliario y constructor. Aún así, según los datos reflejados en el estudio publicado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, las previsiones apuntan hacia la continuidad de la tónica positiva en los resultados de las empresas españolas, lo que estará influido por la participación selectiva en proyectos internacionales.