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Nino Olmeda

Enseñanzas de la presidenta en periodo inhábil

Antes de que terminara 2003, los diputados de la Asamblea de Madrid encontraron en el casillero habilitado para que reciban comunicaciones, informaciones o propaganda simple y llana de instituciones de toda índole, una hojita escrita por ambos lados y a todo color, en la que la Sección de Audiovisuales del Parlamento regional les daba cuenta del Sistema de Audio y Votación en funcionamiento en el Salón de Plenos.
En las instrucciones de funcionamiento repartidas por la Cámara regional, con el visto bueno de la presidenta, Concepción Dancausa, como es preceptivo en toda institución democrática, se incluyen consejos y orientaciones para votar bien, diferenciando claramente el SI, el NO, o la ABSTENCION, y para usar correctamente el micrófono.

El documento aclara que “desde el escaño nunca se puede activar”. Este manual para el buen diputado es una respuesta pedagógica al desorden organizado durante el último pleno, ya que sus señorías tuvieron que votar tres veces para deshacer un empate que nadie entendió porque el PP cuenta con una holgada mayoría absoluta. Alguien se equivocó al tocar el botón del NO para rechazar una iniciativa de IU. El o la que usó mal el mecanismo de votación, evidentemente es del PP y algunos dicen que fue la propia Dancausa, que con esta iniciativa de carácter educativo, similar al manual de Exin Castillos y pensada para sus compañeros diputados, ha pretendido evitar más nubarrones en esta legislatura.

No se sabe el efecto que tendrá en sus señorías, sobre todo teniendo en cuenta que el periodo inhábil de la Asamblea autonómica, que comenzó antes de Navidad, no concluirá hasta los primeros días de febrero de 2004. Como dice un parlamentario acostumbrado a estas largas vacaciones, porque lleva varias legislaturas sentado en uno u otro escaño del Legislativo madrileño, ‘terminamos el año de permiso y lo empezamos en la misma pose”.

Quizá sea hora de que las cosas cambien para adaptar el trabajo de la Asamblea de Madrid a la realidad competencial y presupuestaria de una comunidad que maneja cada año varios billones de las antiguas pesetas.

Que los diputados sepan votar es bueno, pero mucho mejor que Asamblea no tenga más de cinco meses de periodos inhábiles.
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