
Toxo y Méndez, en estado de shock
Los dos jefes sindicales, Ignacio Fernández Toxo (CC.OO.), y Cándido Méndez (UGT), tienen un serio problema que no saben cómo resolver una vez que se han convencido de que las medidas anti sociales del Gobierno de Zapatero no tienen marcha atrás como ellos creían después de la huelga de 29 de septiembre. Por un lado saben que si fuerzan mucho la máquina y se colocan frente a ZP la victoria del PP de Rajoy será inevitable y con ella se afianzarán las medidas de ajuste del capitalismo. Por otro, si no plantan cara, los sindicatos se hundirán.
De alguna manera la situación es muy parecida a la que vivieron Marcelino Camacho y Redondo en septiembre de 1977 cuando tuvieron que tragarse los famosos Pactos de la Moncloa, que fueron el primer ajuste social importante de la transición del franquismo a la democracia para resolver los efectos de la crisis del petróleo de 1973, entre ellos una inflación de más del 30%. 18 meses antes, en enero y febrero de 1976, el último Gobierno del franquismo había tenido que militarizar los transportes y Correos para parar una huelga general que hubiera dado alas a las fuerzas revolucionarias frente a los pactos con los franquistas.
Todos los antecedentes hacen que Toxo y Méndez se lo piensen mucho antes de echar un pulso definitivo al Gobierno de Zapatero, que tiene en sus manos mucho resortes que pueden dar la puntilla a unos sindicatos convertidos, en gran parte, en meros aparatos administrativos, con grandes dosis de endogamia laboral y de autocomplacencia.