Camps vivero de cargos, Aguirre refugio de ex dirigentes

Mientras Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana, ha promovido a su consejero de Justicia, Fernando de la Rosa, a la vicepresidencia del Consejo General del Poder Judicial, Esperanza Aguirre no consigue colocar a ningún miembro de su equipo en los puestos a que tiene derecho el PP en la Administración del Estado. La razón más evidente es que quien coloca a estos cargos es directamente Mariano Rajoy que, como ya se sabe, se lleva bien con Camps y menos bien con Aguirre.En cambio, la presidenta de Madrid sigue haciendo favores a los ex altos cargos del PP que han caído en las últimas remodelaciones de la cúpula del partido: a Angel Acebes le quiere buscar un hueco en el consejo de administración de Cibeles, la corporación industrial de Caja Madrid, lo mismo que a su ex consejero Manuel Lamela, que acompañará a Mercedes Rojo, hoy asesora de la presidenta madrileña, y que fue en las pasadas elecciones en la candidatura de Regina Otaola, la famosa alcaldesa de Lizartza, a Pedro Schwatz, economista de cabecera de Aguirre, y el presidente de Mapfre, José Manuel Martínez.Todo ello con permiso del Banco de España, que dirige el socialista Miguel Angel Fernández Ordóñez, y después de arduos debates con el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, que fue colocado por José María Aznar y que parece decantarse por Rajoy frente a Aguirre, a la que no puede dejar de obedecerla si no quiere que se rebelen los consejeros del PP, con Alberto Recarte presidente de Libertad Digital, a la cabeza.La lista de favores que Aguirre ha hecho a los ex dirigentes del PP sería interminable, baste recordar los casos de la ex ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, hoy presidenta de la Asamblea de Madrid, o los casos de José Folgado (alcalde de Tres cantos), Estanislao Rodríguez Ponga y José Manuel Fernández Norniella, ambos en Caja Madrid, o la ex mujer de Rodrigo Rato, Angeles Alarcó (Consorcio Turístico de Madrid), Belén Bajo, ex jefa de prensa de Rajoy, Belén Prado (ex consejera de Asuntos Sociales de Fraga), ex dirigentes del PP extremeño, vasco y hasta un primo de Rajoy al que le buscó trabajo.El propio Rodrigo Rato parece que también está en nómina para dar las conferencias y cantar las excelencias de Madrid como centro financiero. No menos de tres ha dado el ex vicepresidente económico en foros de la Comunidad en el último año.Otro asiduo en la “corte” de Aguirre es el ex número dos del PP en la primera época de Aznar y luego ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, al que siempre se le están atribuyendo -falsamente, por ahora- puestos en el ejecutivo madrileño, dada la inmejorable sintonía que hay entre ambos.Lo curioso es que Cascos y Rato, los hombres más destacados de la victoria de Aznar en marzo de 1996 hayan acabado fuera del núcelo dirigente del PP y hayan recaído a la sombra de una Esperanza Aguirre que se siente muy unida a ellos dos.