así lo veo

Empresario nato.
Santamaría confiesa que si algo ha tenido claro en la vida desde muy joven es que quería dedicarse a los negocios, ser empresario, sin importar el campo en el que trabajase. Y al final lo ha conseguido. Ahora asegura que el sector inmobiliario le apasiona, sobre todo porque lo entiende como una labor social. Sus principales cualidades como directivo son la capacidad de sacrificio, la ilusión por el trabajo, saber delegar y tener paciencia para aceptar las decisiones de las personas en las que delega.

El compromiso.
Ha recibido con mucha ilusión su elección como nuevo presidente de la Asociación madrileña de Promotores y Constructores, a pesar de que sabe que esta nueva labor le restará tiempo para el negocio propio. Sabe que ha aceptado un compromiso, que supone un gran reto. Sus objetivos están claros: aumentar la participación de los socios en Asprima, tanto a nivel personal como económico, para dar una nueva dimensión a la asociación, y luchar por solucionar los problemas de los promotores.

La tradición familiar.
En un mercado tan convulsionado en los últimos tiempos por las fusiones y adquisiciones como es el inmobiliario, la compañía que preside Rafael Santamaría, Reyal Grupo, apuesta por mantenerse al margen de los grandes grupos. "Nuestra estructura es cien por cien familiar desde la constitución de la compañía hace más de 30 años y no estamos dispuestos a convertirnos en minoritarios de una gran empresa", afirma. Eso sí, no descarta las alianzas puntuales.