Según el último Informe de Mercado de Locales Comerciales de Forcadell
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
04/05/2011.- El repunte de la actividad registrado en las principales calles de Barcelona, con el desembarco de Apple en Passeig de Gràcia como mayor exponente, no se trasladó a los ejes comerciales de barrio. Según el Informe de Locales Comerciales en Barcelona de la consultora inmobiliaria Forcadell, relativo al segundo semestre de 2010, las segundas líneas de la ciudad no recuperaron el pulso al cierre de 2010 sino que, por el contrario, intensificaron el ritmo de ajuste de la primera mitad del año.
Uubicaciones emblemáticas como Sants-Creu Coberta, Fabra i Puig, Rambla del Poblenou, Ronda Sant Antoni o Travessera de Gràcia, registraron una caída semestral media en los precios de alquiler del 15%. De este modo, el importe medio solicitado en la 2ª Línea, que agrupa las principales calles comerciales de los barrios residenciales, se situó en 24 euros/m2/mes. Además, la creciente disponibilidad de locales exigió una mayor flexibilidad de los propietarios, que llegaron a cerrar operaciones incluso por 17 euros/m2/mes.
La demanda en el global de Barcelona descendió un 21,4% semestral, factor que contribuyó a intensificar el ajuste de rentas en relación a la primera mitad del año, cuando el mercado experimentó una cierta reactivación. La 2ª Línea perdió el 11,4% de las solicitudes, pero ejes comerciales como el de Horta, Maragall, Raval y Sant Antoni, superaron la caída media. La demanda sólo empezó a repuntar en aquellos ejes más consolidados y con mayor poder adquisitivo, como Sant Gervasi y Sarrià. La otra excepción fue l’Eixample Esquerra, zona cuya demanda creció un 8,6%. El segundo motivo determinante que condicionó los precios fue el notable incremento de la disponibilidad. A finales de 2010, la 2ª Línea concentró el 16,2% de los locales disponibles en la ciudad, dos décimas más que en junio.
El mercado de locales comerciales barcelonés mostró una gran dualidad en 2010, con una realidad y unas perspectivas muy diferentes según la zona analizada. Las principales calles de la 1ª Línea, las más céntricas y representativas de la ciudad, mantuvieron la tendencia positiva del primer semestre de la mano de la recuperación del turismo, su principal cliente. A pesar de que la coyuntura actual está acelerando el cierre de comercios que no cumplían los exigentes objetivos de venta derivados de su implantación en calles tan costosas, hubo una rotación sólida gracias a la flexibilidad de los propietarios, en su mayoría patrimonialistas poco endeudados. La escasa disponibilidad de locales y el dinamismo de la demanda de marcas internacionales generó a su vez un ligero incremento de los precios máximos solicitados, que alcanzaron los 185 euros/m2/mes en Portal de l’Àngel, y los 157 euros/m2/mes en Passeig de Gràcia. Sin embargo, la tendencia no se extendió a las calles de la 1a
Línea con menor capacidad de atracción, como avenida Diagonal -entre Francesc Macià y Passeig de Gràcia- y Ronda Universitat, con niveles aún excepcionalmente altos de desocupación. El buen comportamiento de las calles más transitadas del centro permitió mantener estable el nivel de transacciones en Barcelona respecto al primer semestre, a pesar de la caída de la demanda en las zonas secundarias.
El comercio tradicional aceleró e intensificó una crisis que partía de lejos. Por ello, la 3ª Línea, caracterizada por albergar un comercio de barrio de primera necesidad, y la 4ª Línea, de escaso atractivo comercial y predominancia de locales tipo almacén, registraron los mayores retrocesos en cuanto a demanda, descendiendo más de un 30% semestral en la 4ª Línea, y en cuanto a ocupación de espacios, concentrando entre ambas el 73,4% de la disponibilidad global en la ciudad, 1,8 puntos porcentuales más que en el semestre anterior. Según el informe, el cierre de comercios familiares en estas zonas no fue compensado por las cadenas de franquicias, que se están desprendiendo de los establecimientos menos rentables y han perdido vigor en la apertura de nuevos negocios, prefiriendo en lo posible la internacionalización.
Las perspectivas para 2011 son de profundización de las diferencias entre zonas y calles. Así, Forcadell pronostica que las ubicaciones más consolidadas de cada línea tenderán a estabilizar los precios, con incrementos puntuales, mientras que el resto de emplazamientos seguirán abaratándose, aunque a un ritmo menor, lo que animará la demanda en aquellas calles con cierto atractivo comercial. Sin embargo, algunos locales de 3ª y 4ª Línea situados en ubicaciones de escaso interés tendrán una perspectiva de reabsorción complicada, y su continuidad como punto de venta no estará garantizada. Datos como el tibio comportamiento del comercio minorista que, según Idescat, en términos constantes, registró un crecimiento nulo del 0% en Cataluña en 2010 tras caer un 4,9% en 2009 y un 6,1% en 2008, junto con el incipiente auge de la
inflación, y unas perspectivas de crecimiento estancado y alto desempleo para los próximos años, presagian que la recuperación generalizada del sector será lenta, con varios años por delante para su consolidación.
Noticias relacionadas