el buho/Lope de Aguirre
La familia Sanahuja se ha hecho con el 9,112% de las acciones de Metrovacesa en una jugada a última hora, casi en la prórroga, y con los inspectores de la CNMV con la mosca detrás de la oreja.
En un comunicado a la CNMV, Román Sanahuja Pons afirma taxativamente que la operación de compra del 4% de las acciones que adquirieron primero, lo fue en cantidades pequeñas, poco a poco, y a precio de mercado, aprovechando que la ley no obliga a ninguna empresario, ni particular, a dar a conocer sus compras si no sobrepasa el 5% del capital social. El otro 5,1% ha sido una opción de compra hecha por Sanahuja a Cartera Deva, que tiene valor hasta el 25 de enero de 2004 y firmada justamente el mismo día (11 de abril) en que el Consejo de Administración de Metrovacesa daba carta blanca a sus consejeros para vender individualmente a Gaetano Caltagirone. Es también curioso que la financiación de la compra de las 3.345.989 acciones de Cartera Deva a 26 euros (unos 87 millones de eurosen total) haya sido financiada por el banco Urquijo (KBL) y por el Banco Popular, que es la entidad que sirvió de apoyo financiero a Joaquín Rivero en el crecimiento de Bami, primero para comprar Inmobiliaria Zabalburu y luego para dar el golpe maestro de la adquisición del 23,9% de Metrovacesa al BBVA, a 36 euros la acción.
Los italianos, Caltagirone y Alfio Marchini, no salen de su asombro. Primero, los fondos de Abu Dhabi venden el 7% de las acciones al presidente de la Caja de Ahoros de El Monte, José María Bueno Lidón, que junto a Luis Portillo (Expo An) y Domingo Díaz Mera (HC), se convierten de la noche a la mañana en importantes accionistas de la inmobiliaria española más codiciada. Luego ha sido el mazazo de Sacresa, y en medio la amenaza de la contra Opa de Fadesa. Desde que sus empresas Quarta y Astrim lanzaron su OPA de 25 euros (luego aumentada a 27 euros) en enero pasado, se han movido nada más ni nada menos que 67 millones de acciones, más que todo el capital social. Como las acciones de los grandes accionistas: Bami (25%, 16 millones de acciones) y de PGGM (10,5%, 7 millones de acciones) no se han movido, quiere decir que los otros 47 millones de títulos han cambiado de mano en varias ocasiones. Fracasada la OPA, al no llegar siquiera al 50% del capital social, el rey del cemento italiano, Franco Gaetano Caltagirone.
La familia Sanahuja pertenece a la burguesía catalana del ladrillo y su expansión inmobiliaria, centrada en Barcelona y en su entorno, se ha extendido en los últimos años a Madrid, donde primero compraron importantes extensiones de terreno en Alcorcón. Allí han desarrollado más de dos mil viviendas y el parque de ocio Opción, inaugurado el año pasado. Tiene también en marcha una urbanización de viviendas unifamiliares en Perales del Río (Getafe) y en el año 2001 se alió con Inversiones Hemisferio de Planeta (Lara) para convertir la plaza de Toros de las Arenas de Barcelona en centro lúdico comercial e invertir 420 millones de euros en el proyecto Finestrelles en Esplugues de Llobregat (Barcelona), donde se levantrán 700 pisos, 70 chalets, 45.000m2 de ocio, 100.000 m2 de oficinas y 15.000m2 de hoteles.
Franco Gaetano Caltagirone está dispuesto a llevar a los tribunales a Bami, e incluso a la propia CNMV, si no consigue sus propósitos de conseguir un tanto por ciento aceptable del capital social en la OPA que han presentado Quarta y Astrim. Los italianos están muy contrariados por que consideran que la CNMV debería haber investigado con más contundencia las operaciones de compra venta de acciones de Metrovacesa en los últimos dos meses y medio, justo desde que se presentó la OPA.
"Es difícil de creer que alguien compre a 27 euros, como han hecho El Monte, Portillo y Díaz Mera, o a 26,30 como lo ha realizado Sacresa, cuando unos meses antes podrían haber adquirido las acciones que hubieran querido a 20 euros o menos. Esto no hubiera podido ocurrir en ninguna otra parte de Europa. Es inimaginable, por ejemplo, que la CNMV se conforme con el informe que le presentó El Monte para explicar lo inexplicable", afirman portavoces en España de los italianos.
En los círculos cercanos a Bami se cree que estas afirmaciones, así como las dos entrevistas concedidas por Caltagirone a Expansión y El Mundo, son la mejor demostración de que la OPA no va a salir adelante y que el recurso a los tribunales puede ser el "derecho al pataleo".
"Sería ilegal si Rivero y los otros socios significativos de Bami comprasen indirectamente o financiaran la adquisición de acciones para hacer fracasar nuestra OPA. Hemos requerido a la CNMV para que investigue", afirma Caltagirone a Expansión.
El bufete de César Albiñana, que asesora a los italianos, ha matizado que lo único que han pedido a la CNMV es que "mire las compras importantes de acciones que ha habido durante la OPA".
En cambio, Joaquín Rivero podría verse obligado, por efecto de la guerra de la OPA, a anular la proyectada fusión de Bami con Metrovacesa, en aras de conseguir el apoyo de los fondos holandeses y españoles que no verían clara la operación si no se les asegura una futura rentabilidad de sus acciones. En una entrevista publicada por El País, Rivero afirmaba que "Bami no tiene por sí sola ni la más mínima capacidad de forzar una fusión, ya que su posición es minoritaria tanto en el consejo como en la junta general"
Caltagirone necesitaría un cifra superior al 40% de las acciones para poder negociar en condiciones de igualdad con Bami el futuro de Metrovacesa. El consejo de administración de Metrovacesa, reunido el pasado viernes 11 de abril, dejó, sin embargo, bien claro que sigue considerando "insuficiente" la oferta de 27 euros, por lo que tanto Bami (24,9%) y PGGM (10,5%) no van a vender, y parece difícil que lo puedan hacer Sacresa, El Monte, Portillo y Díaz Mera, que han comprado a un precio alto, por lo que sólo le quedaría el margen del 0,178% de los cuatro consejeros (José Aguinaga, Alejandro Churruca, J.Ramón Marco-Gardoqui y Juan Muguruza) que han decidido vender, y lo que pueda sacar de los pequeños accionistas que quieran acudir a la OPA.
José Aguinaga, el representante de Cartera Deva en el consejo de administración de Metrovacesa, firmó por fin las cuentas presentadas por los actuales gestores de la inmobiliaria, después de haberse abstenido en la reunión del consejo del mes de marzo, dando lugar a diversas especulaciones.
Posteriormente se ha rumoreado que Cartera Deva ha vendido su 5,218% a Sacresa, que ha había llegado a comprar en el mercado en el último mes otro 2,5% por lo menos, ya que también se especula que el consejero de Metrovacesa, Juan Ignacio Muguruza, haya estado vendiendo a los Sanahuja la cartera familiar que poseía, aparte de la personal.
Caltagirone ha insistido en que no hay ningún inversor oculto detrás de la operación y que "lo normal en Europa, incluso en España como se demuestra con la fusión Sacyr- Vallehermoso, es que se unan sinergias de constructoras e inmobiliarias, para crecer. En cambio Rivero no tiene ninguna experiencia en el negocio inmobiliario patrimonial y quiere fusionar a Metrovacesa con una sociedad que se dedica a la promoción y que tiene una deuda tan enorme que va a chupar el patrimonio de Metrovacesa": Rechaza las acusaciones de que le falta experiencia inmobiliaria: "uno de cada 10 romanos vive en una casa construida por la familia Caltagirone".
Desde que los italianos presentaron su OPA en enero pasado, se han movido en la bolsa un número de acciones equivalente al total de títulos que conforman el capital social: 65 millones. Lo que ha ocurrido es que una tercera parte de este capital, 20 millones de acciones han cambiado de mano varias veces, vendidas y revendidas por fondos arribistas que juegan a sacar unos céntimos en cada operación. Entre las compraventas más destacadas están el 7,5% que ha comprado, en principio, Sacresa, y el 7% que vendió el Fondo de Abu Dhabi a El Monte, Luis Portillo y Domingo Díaz Mera, despertando las sospechas de que podría haber habido algún entendimiento con Rivero, cosa que sus protagonistas niegan vehementemente.